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En un editorial publicado en el periódico digital ContraPunto, argumento que el
partido salvadoreño ARENA, cuyo fundador ordenó el asesinato de Monseñor
Romero, debe hacer algunas reparaciones al respecto:
Ya es hora de que ARENA deje de ser
el partido enajenado de Mons. Romero. Reparar la ruptura entre ellos y Mons.
Romero ayudaría al partido mejorar su imagen internacional y ayudaría
acercarnos a una reconciliación más amplia en el tejido social de El Salvador.
Hasta el momento, existe una parte de la población que descarta por total a
ARENA debido a esta situación, y quizá sea una parte infinitesimal pero es una
franja totalmente cerrada a ARENA y muchas veces un segmento muy incentivado
para jugarle oposición total. Más allá de ventajas políticas, superar estas
relaciones conflictivas generaría mayor armonía en el país y supondría un nuevo
nivel de maduración para la democracia salvadoreña. En fin, hacerlo es un deber
moral.
Posteriormente, sugiero tres pasos concretos
que el partido puede tomar para concretar este proceso. Primero, sugiero que ARENA debe emitir un
pronunciamiento en que admite que las calumnias en contra de Mons. Romero
fueron erradas y que ya no las repetirá.
Segundo, propongo a la derecha escuchar “con oídos despejados y con sentimiento cristiano” el mensaje de
Mons. Romero porque sigue siendo vigente hoy.
Finalmente, planteo que es necesario que ARENA se someta a las indagaciones
internacionales que han concluido que su
fundador es el responsable del crimen—cosa que le resultará difícil, como resulta
evidente desde las más recientes declaraciones del hijo del fundador (negando el
vínculo).
A mi criterio, esto sería el mejor homenaje de
la derecha a Mons. Romero.
Lea lo demás en ContraPunto.
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