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Thursday, September 07, 2017

Mi pregunta para Francisco


AÑO JUBILAR por el CENTENARIO del BEATO ROMERO, 2016 — 2017:


#BeatoRomero #Beatificación
El periodista vaticano Massimo Faggioli bromeó en un mensaje de Twitter: “Muchos católicos están anticipando la próxima conferencia de prensa del Papa Francisco”. Añadió el hashtag “#DACA”, una referencia a la reciente acción de la administración Trump para cancelar los arreglos legales para los jóvenes inmigrantes indocumentados, que seguramente será el tema de al menos una pregunta durante el vuelo de regreso del Papa, cuando suele dar una conferencia de prensa a bordo (al deleite de sus partidarios y el disgusto de sus detractores).
Es precisamente por la posibilidad de un intercambio franco que ofrecen estos encuentros que ofrezco a cualquier Vaticanista que esté abierto a ello una pregunta sugerida acerca de Mons. Óscar Romero que podrían preguntar al Papa durante la conferencia del viaje de regreso.
Las conferencias de prensa en-vuelo de los papas son oportunidades para obtener nuevos conocimientos sobre las causas de canonización pendientes. Fue durante un tal encuentro hace diez años que alguien preguntó al Papa Benedicto sobre la beatificación Romero. En la novena pregunta, hacia el final de la conferencia, el corresponsal de I. Media de Francia le preguntó a Benedicto si, durante ese viaje al “continente de monseñor Óscar Romero”, gustaría comentar el estado de la causa o “cómo ve usted esta figura”.  [Ver el Video—en italiano.] Benedicto XVI fue muy sincero en su respuesta, aseverando un “no dudo” sobre si Romero personalmente “merece la beatificación”, pero que las implicaciones políticas aun deberían ser investigadas. La expresión inusual de la opinión personal del Papa fue suprimida en la transcripción oficial del intercambio. Sin embargo, el respaldo efímero sin duda prestó un nuevo ímpetu a la causa.
Del mismo modo, cuando se le preguntó a Francisco sobre la causa de Romero durante su regreso de Corea en 2014, reveló el pensar vaticano—no específicamente sobre Romero, sino en los procesos de canonización, generalmente. Para entonces, Romero estaba en el tramo final de su camino hacia la beatificación. Pero Francisco dijo en respuesta a la pregunta de Philip Pulella, de Reuters: “Lo que a mí me gustaría es que se esclarezca: si se da martirio in odium fidei, por haber confesado a Cristo o por haber hecho las obras que Jesús nos manda para con el prójimo. Y esto tienen que hacerlo los teólogos, que lo están estudiando”. A principios de este año, casi tres años después del comentario del Papa, Francisco anunció una nueva pista hacia la beatificación para “aquellos cristianos que, siguiendo más de cerca los pasos y las enseñanzas del Señor Jesús, han ofrecido voluntaria y libremente su vida por los demás y perseverado hasta la muerte en este propósito”—más o menos como lo había presagiado en el 2014.
En consecuencia, es en este último sentido que plantearé una nueva pregunta para Francisco sobre Romero. El estado de la causa de canonización de Romero es generalmente conocido, debido a la información hecha pública por la Arquidiócesis de San Salvador y el postulador, Monseñor Vincenzo Paglia, estableciendo que Roma está en el proceso de estudiar un milagro que podría llevarnos a la canonización en el próximo un o dos años. [Más.] Por lo tanto, una pregunta sobre el estado de la causa me parecería una oportunidad perdida para recopilar información nueva. En cambio, lo que podría ser más interesante es una pregunta diseñada a impulsar una reflexión personal como lo hizo Benedicto.
De hecho, dado el contexto de esta visita, tal pregunta parece más que apropiada. Este año se cumplen los 100 años del nacimiento de Romero, por lo que es natural reflexionar sobre su legado y el impacto que ha tenido en la Iglesia. El día antes de su partida, Francisco visitará Medellín, la ciudad colombiana donde la conferencia episcopal latinoamericana adoptó la frase “la opción preferencial por los pobres” y el profundo compromiso con la justicia social que, para muchos, Romero ejemplificó. Este año es también el décimo aniversario de la Conferencia de Aparecida, considerada como el modelo del pontificado de Francisco, incluso su compromiso de volver a ser “una Iglesia pobre y para los pobres”, como Francisco ha expresado la fórmula. (Ahí es donde Benedicto se dirigía cuando dijo que no tenía ninguna duda de que Romero merecía ser beatificado, y el mismo Francisco, siendo el cardenal Bergoglio, dijo a unos clérigos salvadoreños que si él fuera papa, lo primero que haría sería canonizar a Romero).  Por último, el clima de posguerra en Colombia donde el Papa ha estado, hace de El Salvador un punto de referencia relevante.
Por lo tanto, la pregunta que le haría a Su Santidad es:
·         En el centenario de su nacimiento, ¿cómo ha influido el B. Óscar Romero en la Iglesia del Continente, en su propia vida espiritual y / o en su papado?


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