MONS. ROMERO EN CARITAS IN VERITATE
La nueva carta encíclica del papa Benedicto XVI implica una importante aprobación del ministerio de Mons. Romero. La tercera encíclica, titulada «Caritas in Veritate» (“La Caridad en la Verdad”) trata temas de la doctrina social, y había sido esperada por mucho tiempo debido a retrasos en su publicación y en la claridad intelectual del papa.
C.I.V. contiene importantes elementos que avalan la pastoral de Mons. Romero, entre ellos el reconocimiento por el pontífice de que «la doctrina social de la Iglesia ... es anuncio y testimonio de la fe» (CIV 15). Ya no se puede decir que un obispo como Mons. Romero que se dedica a la justicia social se ha separado del trabajo esencial de la Iglesia, porque Benedicto predica que «El testimonio de la caridad de Cristo mediante obras de justicia, paz y desarrollo forma parte de la evangelización, porque a Jesucristo, que nos ama, le interesa todo el hombre» (CIV 15). Y como para ponerle punto final al asunto, el papa nos dice que esta parte esencial de la Iglesia «se ve impedida en muchos casos por prohibiciones y persecuciones» y que es «atestiguada por los Santos y por cuantos han dado la vida por Cristo Salvador en el campo de la justicia y la paz» (CIV 11).
En un sentido personal, Benedicto avala a Mons. Romero de manera que exalta la figura del Papa Pablo VI. De cierta forma, «Caritas in Veritate» es un homenaje monumental del Papa Montini, el pontífice que fue el gran apoyo de Mons. Romero. Benedicto se refiere 71 veces a Pablo VI en su carta de 79 párrafos; y llama a la encíclica «Populorum progressio» de Pablo VI, que fue una verdadera guía espiritual de Mons. Romero, «la Rerum novarum de la época contemporánea» (CIV 8), o sea que la considera como la declaración más importante de un papa del Siglo XX.
Este gran homenaje honra también a Mons. Romero, a quien Pablo VI dijo: «Comprendo su difícil trabajo. Es un trabajo que puede ser no comprendido, necesita tener mucha paciencia y mucha fortaleza. Ya sé que no todos piensan como usted, es difícil en las circunstancias de su país tener esa unanimidad de pensamiento, sin embargo, proceda con ánimo, con paciencia, con fuerza, con esperanza». El efecto sobre Romero fue dramático: «A mí me dejó la satisfacción de una confirmación en mi fe, en mi servicio, en mi alegría de trabajar y de sufrir con Cristo, por la Iglesia y por nuestro pueblo».
La nueva carta encíclica del papa Benedicto XVI implica una importante aprobación del ministerio de Mons. Romero. La tercera encíclica, titulada «Caritas in Veritate» (“La Caridad en la Verdad”) trata temas de la doctrina social, y había sido esperada por mucho tiempo debido a retrasos en su publicación y en la claridad intelectual del papa.
C.I.V. contiene importantes elementos que avalan la pastoral de Mons. Romero, entre ellos el reconocimiento por el pontífice de que «la doctrina social de la Iglesia ... es anuncio y testimonio de la fe» (CIV 15). Ya no se puede decir que un obispo como Mons. Romero que se dedica a la justicia social se ha separado del trabajo esencial de la Iglesia, porque Benedicto predica que «El testimonio de la caridad de Cristo mediante obras de justicia, paz y desarrollo forma parte de la evangelización, porque a Jesucristo, que nos ama, le interesa todo el hombre» (CIV 15). Y como para ponerle punto final al asunto, el papa nos dice que esta parte esencial de la Iglesia «se ve impedida en muchos casos por prohibiciones y persecuciones» y que es «atestiguada por los Santos y por cuantos han dado la vida por Cristo Salvador en el campo de la justicia y la paz» (CIV 11).
En un sentido personal, Benedicto avala a Mons. Romero de manera que exalta la figura del Papa Pablo VI. De cierta forma, «Caritas in Veritate» es un homenaje monumental del Papa Montini, el pontífice que fue el gran apoyo de Mons. Romero. Benedicto se refiere 71 veces a Pablo VI en su carta de 79 párrafos; y llama a la encíclica «Populorum progressio» de Pablo VI, que fue una verdadera guía espiritual de Mons. Romero, «la Rerum novarum de la época contemporánea» (CIV 8), o sea que la considera como la declaración más importante de un papa del Siglo XX.
Este gran homenaje honra también a Mons. Romero, a quien Pablo VI dijo: «Comprendo su difícil trabajo. Es un trabajo que puede ser no comprendido, necesita tener mucha paciencia y mucha fortaleza. Ya sé que no todos piensan como usted, es difícil en las circunstancias de su país tener esa unanimidad de pensamiento, sin embargo, proceda con ánimo, con paciencia, con fuerza, con esperanza». El efecto sobre Romero fue dramático: «A mí me dejó la satisfacción de una confirmación en mi fe, en mi servicio, en mi alegría de trabajar y de sufrir con Cristo, por la Iglesia y por nuestro pueblo».
Ahora el papa Benedicto ha ratificado la valoración que su predecesor hizo sobre este fiel pastor de la doctrina social de la Iglesia, Mons. Romero.
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