Tuesday, April 30, 2013

NOTA AL PRES. FUNES


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Si yo pudiera aconsejar al Pres. Mauricio Funes (foto, en la Cripta de Mons. Romero) sobre su visita con el Papa Francisco el 23 de mayo para “empujar” la beatificación, le recomendaría: 

·         Proponer a Mons. Romero como el modelo ejemplar del pontificado.
·         Estudiar «Pastores Gregis», «CIELO & TIERRA» y APARECIDA.
·         Consultar a Tony Saca. 

Comenzamos haciendo una pregunta: ¿Qué es lo mejor que Mauricio Funes puede esperar lograr, y es esto algo que cambiaría el curso del proceso de canonización?  Yo tengo la firme convicción que la respuesta a las dos partes de la pregunta es “¡sí!”, y que por ende vale la pena formar una estrategia de entrada para lograr el mejor y mayor impacto.  Lo mejor que el Pres. Funes puede lograr es asegurar que el Papa Francisco llegue a sentir una inversión personal en la causa, de tal forma que se mantenga al tanto de su progreso y no acepte demoras ni retenciones en el trabajo de la causa.  Según el vaticanista John Allen, el depósito de voluntad del papa de turno es una de las cinco características de las causas que van por la “vía rápida” de canonización. 

La mejor opción para entusiasmar al Santo Padre sobre la pronta beatificación y canonización de Mons. Romero es haciéndolo ver como Romero representa todos los valores que Francisco está queriendo inculcar en su pontificado:  1) Desde un punto de vista superficial, Francisco es el primer papa latinoamericano, y Mons. Romero es el más grande santo en espera de este continente que el papa pueda llevar a los altares de la Iglesia Universal.  2)  Francisco declaró que gustaría tener una Iglesia pobre, para los pobres y Mons. Romero tiene perfecta sintonía con ese mensaje.  3) Francisco ha hablado mucho de ir a las “periferias” y llevar el mensaje de Cristo a esos ámbitos, y Mons. Romero lo hizo un punto central de su ministerio.  4)  Francisco condena la “mundanidad” y Mons. Romero dijo que no es conveniente acomodarse con los poderes del mundo, enfatizando la trascendencia.  5)  Como Francisco, Mons. Romero se caracterizó por la sencillez y la humildad.  6) Mons. Romero es un símbolo de la reforma, de poner principios por encima de instituciones y jerarquías.  7) Romero es producto de las mismas realidades latinoamericanas del siglo XX que ayudan a explicar la trayectoria de Jorge Mario Bergoglio.  8)  Romero tiene la misma fidelidad a la doctrina ortodoxa de la Iglesia que el Papa.  9)  Romero acepta la sangre y la Cruz tal como Francisco lo pidió al inicio de su pontificado.  10)  En fin, Romero puede ser para Francisco lo que el mártir polaco San Maximiliano Kolbe fue para Juan Pablo II—un santo que habla de la espiritualidad institucional y personal del pontificado. 

Para comunicar todo esto, es necesario tener el mismo vocabulario que el papa y tres documentos de autoría Bergogliana destacan entre las herramientas más importantes para entender su discurso.  En primer lugar, sería útil estudiar la Exhortación Apostólica Postsinodal del 2003, «Pastores Gregis» de Juan Pablo II.  Publicado por el papa polaco después del décimo sínodo de obispos, el documento fue redactado en parte por el entonces Card. Bergoglio, y contiene importantes lineamientos sobre el papel del obispo.  Resalta especialmente el capítulo 67, en que dice: 

Ante estas situaciones de injusticia, y muchas veces sumidos en ellas, que abren inevitablemente la puerta a conflictos y a la muerte, el Obispo es defensor de los derechos del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios ... [P]redica la doctrina social de la Iglesia, fundada en el Evangelio, y asume la defensa de los débiles, haciéndose la voz de quien no tiene voz para hacer valer sus derechos ... 

Como la santa Iglesia, que en el mundo es sacramento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano, el Obispo es también defensor y padre de los pobres, se preocupa por la justicia y los derechos humanos, es portador de esperanza. 

Obvio que Mons. Romero reúne todas estas cualidades.  También es importante leer y entender el Documento Final de la reunión de la Conferencia Episcopal Latinoamericana en Aparecida, Brazil en el 2007.  El Card. Bergoglio estuvo a cargo de su redacción, y esta pinta un amplio esquema de la realidad de la Iglesia Latinoamericana, desde los lineamientos de la CELAM en conferencias anteriores como la de Medellín, 1968 (la “opción preferencial por los pobres”), como también la acción pastoral y evangelizadora de la Iglesia dentro del contexto de las realidades económicas y sociales de la América Latina.  En su acápite 275, el documento reza: 

Nuestras comunidades llevan el sello de los apóstoles y, además, reconocen el testimonio cristiano de tantos hombres y mujeres que esparcieron en nuestra geografía las semillas del Evangelio, viviendo valientemente su fe, incluso derramando su sangre como mártires. Su ejemplo de vida y santidad constituye un regalo precioso para el camino creyente de los latinoamericanos y, a la vez, un estímulo para imitar sus virtudes en las nuevas expresiones culturales de la historia. Con la pasión de su amor a Jesucristo, han sido miembros activos y misioneros en su comunidad eclesial. Con valentía, han perseverado en la promoción de los derechos de las personas, fueron agudos en el discernimiento crítico de la realidad a la luz de la enseñanza social de la Iglesia y creíbles por el testimonio coherente de sus vidas. Los cristianos de hoy recogemos su herencia y nos sentimos llamados a continuar con renovado ardor apostólico y misionero el estilo evangélico de vida que nos han trasmitido. 

Igual que «Pastores Gregis», estas líneas parecen referirse a Mons. Romero y, de hecho, el Papa podrá recordarse que el nombre de Mons. Romero fue mencionado varias veces durante la conferencia.  Aunque no sería necesario recordárselo, el prelado salvadoreño Mons. Jesús Delgado dice que habló sobre Mons. Romero con el entonces Card. Bergoglio en estas reuniones, quien le aseguró que, “Si yo hubiera sido papa, la primerísima cosa que habría hecho es ordenar la beatificación de Monseñor Romero”.

Tambien, el libro Sobre el cielo y la tierra recoge varios pensamientos del Card. Bergoglio sobre varios temas.   Dado que se trata de un papa que no ha publicado su primera encíclica, el tomo podría ayudar a desempacar su filosofía.

Finalmente, aconsejaría al Pres. Funes platicar con su predecesor, el ex Presidente Tony Saca, quien se reunió con el Papa Benedicto XVI en el 2005 para apoyar la beatificación de Mons. Romero.  Aparte de preguntas prácticas sobre temas operativos (cuál fue el resultante de la reunión anterior, porque no se llegó a un mejor resultado, cómo dar seguimiento a lo platicado, etc.), lo más importante sería dar la impresión de que presidentes de diferentes partidos políticos van a colaborar para obtener un resultado deseado por El Salvador como una nación, sin importar qué partido gane las elecciones presidenciales del próximo año.

Evidentemente, el Pres. Funes destacará las varias acciones de su gobierno para promover la figura de Mons. Romero.  Funes diría que resaltan entre estas, una mayor inversión en programas que benefician a los pobres y el reconocimiento de su gobierno por la responsabilidad estatal por el asesinato.  Además, ha nombrado una nueva vía arterial en su nombre, ha promovido una ruta turística, y generalmente ha denominado a Mons. Romero como el “guía espiritual de la nación”.  Todo esto es bueno, pero se puede argumentar que todo el entusiasmo que un gobierno de izquierda tiene por Romero se derrumbará si vuelve la derecha al poder, o se politizará si gana un izquierdista más radical.  Estos serían los temas en que Funes podría calmar las inquietudes en el Vaticano sobre una posible beatificación, especialmente con las elecciones pendientes.

Monday, April 29, 2013

WHO ‘BLOCKED’ ROMERO’S CAUSE?


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blocked, block·ing, blocks
v.: To stop or impede the passage of or movement through; obstruct: block traffic.
Sports: To impede the movement of (an opponent or the ball) by physical interference.
Medicine: To interrupt or obstruct the proper functioning of (a physiological process), especially by the use of drugs.
Psychology: To fail to remember.
-Analysis-

Following the announcement by Archbishop Vicenzo Paglia, the postulator of Óscar Romero’s canonization cause, that Pope Francis had “unblocked” the cause, a minor debate has broken out over whether Romero’s cause had ever been “blocked” to begin with, and thus whether “unblocking” was the right word to describe the latest development.  To some, the word choice was perfect.  This is a carefully chosen word,” said Julian Filochowski of the UK-based Archbishop Romero Trust, “and it means that the Cause will leave the siding where it has been parked for more than a decade, whilst accusations that Archbishop Romero’s homilies went beyond the bounds of orthodoxy were examined by the Vatican’s Congregation for the Doctrine of the Faith.”  He added, “It will now be put back on the regular road to sainthood under the auspices of the Congregation for the Causes of the Saints—and in all probability it will be fast-tracked since the beatification of a martyr does not require a miracle.”  But, unnamed “Vatican sources” told the Latin American Catholic Information Agency (ACI-Prensa) that the word “does not correspond to reality” —that Romero’s beatification cause “was not ‘unblocked’ because it was never blocked” to begin with (emphasis in original).
It is the opinion of this Blog that Archbishop Romero’s beatification cause had come to a standstill, and that the personal intervention of the Pope was needed to get it moving again.  In fact, an editorial published on this blog the day after Pope Francis was elected called on him to do just that (“Kick-start Oscar Romero’s Beatification,This Year”).  Thus, the blockage was real, and the semantics quibbling is very revealing about the nature of the blockage.  Without being too cute about it, the thing that was blocking the cause was the phenomenon of blocking, or dividing ourselves up into blocks within the Church.  There was a hint of that in the ACI-Prensa story, which contained some choice digs at Archbishop Paglia and the Sant’ Egidio Movement within the Church, with which he is associated.  The last line of the ACI-Prensa story reads, “Bishop Paglia is the first bishop of the Italian movement of Sant'Egidio, which for decades has chosen Romero as its emblem and which has been promoting his beatification cause.”  (Paglia was raised to the dignity of Archbishop by Pope Benedict last July.)  The charge that Sant’Egidio has “chosen Romero as its emblem” recalls the criticism made by Pope Benedict of the use of Romero’s image by the Left.  The problem” plaguing Romero’s cause, Benedict had said, “was that a political party wrongly wished to use him as their badge, as an emblematic figure.”  Clearly, Benedict was referring to secular forces, not to the Sant’ Egidio movement, with which the Pontiff was close.

Sant’ Egidio has been seen in ascendancy in the last couple of years, with one of its founders, Andrea Riccardi, serving as a minister of the Italian government, and several of its clerics, including Paglia, assigned leading roles in the Vatican (Paglia was appointed President of the Pontifical Council on the Family by Pope Benedict last year).  Indeed, the movement has been very supportive of Romero’s cause, promoting, for example, the commemoration of 20th century martyrs, including Romero, at the Tiber Island Basilica of St. Bartholomew, among other projects.  But, Sant’ Egidio is hardly the only group within the Church supporting Romero’s beatification.  Romero’s beatification has been supported by Pope John Paul II and—as the ACI-Prensa story takes pains to point out—by Pope Benedict XVI.  Additionally, Msgr.Gregorio Rosa Chavez, the auxiliary bishop of San Salvador has said that Romero enjoys “overwhelming” support among Latin American bishops.  Not surprisingly, the Jesuits have been supportive, officially calling for Romero’s canonization in 2005.  The Carmelite Order has also adopted Romero as a patron saint of sorts, due in part to his closeness to the order during his lifetime (he lived in a Carmelite-run hospital and was assassinated there in 1980).  Even the supposedly “ultra-conservative” Opus Dei has shown an interest, publishing an article on their web site following the “unblocking” announcement that highlights Romero’s closeness with their order. 
Romero also has many admirers at the highest levels of the Church’s hierarchy, including Card. Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, the moderator of the Pope’s “G8” Committee to run the global church and the Curia, and Card. Sean Patrick O’Malley, who serves on the same committee.  Both men were listed among the “papabili” before this year’s conclave, both met Romero in life, and both describe Romero as a model bishop and martyr (see here and here).  Romero also had admirers among the other papabili, including the odds-makers’ fave Card. Peter Turkson (who likened Romero to the “Good Shepherd”—see video),  Card. João Braz de Aviz (“I think Romero’s life was a great example of holiness”—read here), Card. Crescenzio Sepe (called Romero “Pater Pauperum”—the Father of the Poor—read here), Card. Claudio Hummes (who appeared alongside Pope Francis in St. Peter’s loggia after the conclave, and who prompted his choice of name by telling him not to forget the poor—Romero thanked Hummes for his support a month before he was killed) and Gerhard Ludwig Müller, the Prefect of the Congregation for the Doctrine of the Faith, who has attended Romero’s anniversary commemoration in San Salvador and called Romero “an example to every bishop” (see here).

Given such strong support, one might ask, how could a beatification cause be blocked?  This is where Pope Benedict’s complaint that “a political party wrongly wished to use him as their badge” fits in, and it is coupled with Pope Francis’ repeated admonitions against allowing the criterions of worldliness to enter into the Church.  There are those that seek to compromise their faith for political alliances or for a worldly spirituality,” Francis complained in his book “On Heaven and Earth.”  Applying the combined Benedict-Francis principles to the Romero canonization drive, we see how the concerns can operate, to the detriment of spiritual considerations.  In politics, the extreme right hated Romero and assassinated him, while the Left rushed to his side and took him up as their emblem.  Thereafter, progressives in the Church who sympathize with the Left supported Romero, while conservatives in the Church who distrusted the Left raised concerns and asked for additional study, and slowed down the process.  No formal decree or mechanism of obstruction was implemented or required: the simple act of pitting one faction within the Church against another was sufficient to bring the process to a standstill, to a draw.
In his Good Friday Homily inspired by Pope Francis’ admonition, and delivered in his presence, Fr. Raniero Cantalamessa, the Preacher of the Pontifical Household, explained how factionalism within the Church can stultify the Church’s message—and “block” the dynamism of its processes.  Fr. Cantalamessa invoked the image of Franz Kafka’s short story “An Imperial Message,” in which the King’s messenger gets lost in the labyrinthine rooms of the royal castle, unable to deliver a dispatch from his master.  From his deathbed, Christ also confided to his Church a message,” said Fr. Cantalamessa.  It was to “Go throughout the whole world, preach the good news to all creation” (Mark 16:15).  That message is stymied by “dividing walls, starting with those that separate the various Christian churches from one another, the excess of bureaucracy, the residue of past ceremonials, laws and disputes, now only debris,” said Fr. Cantalamessa.  Over the centuries, he said, old buildings “become filled with partitions, staircases, rooms and closets” that respond “to the needs of the moment” they were created, but do not “meet the current needs.”  In the Church, such partitions serve only as blockage, and need to be removed.

To the extent such blockage results from ideological divisions, they are condemned by Francis.  The ideologues falsify the gospel,” Pope Frances has declared, plain and simple: “Every ideological interpretation, wherever it comes from – from [whatever side] – is a falsification of the Gospel.”  But the culture of blocking is so engrained that its very condemnation by the Pope gets interpreted through ideological filters.  This was made clear to me recently while reading a popular Catholic blog’s response to Pope Francis’ admonition that those who defy the Second Vatican Council defy the Holy Spirit.  There is no doubt in my mind,” the Blogger declared, “that Francis is speaking about the SSPXers” (the reference is to the Society of St. Pius X, created by the excommunicated French Archbishop Marcel Lefebvre).  The comment section of the blog explodes into a Balkan debate: Did Pope Francis level his criticism at traditionalists in the Church?  Was the criticism more suitable against progressives?  In short, it does not seem to occur to anyone that the Pope is talking to everyone—to all the faithful—in the Church, and not to a single faction or block.
Refreshingly, Archbishop Romero rejected blocking or factionalism.  He once told a story in which he rejected the very “worldliness” that Pope Francis has condemned.  The other day,” Romero recounted, “one of the persons who proclaims liberation in a political sense was asked: ‘For you, what is the meaning of the Church’?  He went on that the activist, “answered with these scandalous words: ‘There are two churches, the church of the rich and the church of the poor. We believe in the church of the poor but not in the church of the rich’.”  Romero declared, “Clearly these words are a form of demagogy and I will never admit a division of the Church.”  He insisted, “There is only one Church, the Church that Christ preached, the Church to which we should give our whole hearts.”  And while he warned against the idolatry of wealth, he reiterated that “There is only one Church, a Church that adores the living God and knows how to give relative value to the goods of this earth.”  (November 11, 1979 Sermon.)

Now if only we all would listen!

Sunday, April 28, 2013

MONS. ROMERO y el ENEMIGO MALO




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Los editorialistas se han fijado que el Papa Francisco “habla del Diablo con frecuencia cuando habla de manera improvisada.”  Ya sean discursos formales o frutos de la casualidad, las palabras del Papa revelan la firme creencia en la existencia verdadera del Demonio, y de su presencia e intervención en el mundo actual.  Un recién publicado análisis pone en relieve que en su libro, “Sobre el cielo y la tierra”, el entonces Cardenal Bergoglio asevera que el Diablo existe y que su logro más grande es hacernos creer que no existe.  Esa nota analiza que su creencia textual en el Malo es un punto de entrada para entender la teología del Papa Francisco.  Y así también lo fue en el caso de Mons. Romero.

Si alguien supone que Mons. Romero fue uno de esos teólogos progresistas que se destacan por su modernismo y rechazo de ideas anticuadas como la del Demonio, estarían muy equivocados. El mismo Mons. Romero desmiente esa posibilidad: “Yo quiero denunciar a tiempo, hermanos”, advierte, “que la Iglesia vive el peligro, de una batalla contra las fuerzas del mal y que las fuerzas del infierno, el diablo no es una ilusión, y en la tierra tiene muchos ministros, muchos que le sirven, colaboradores”.  (Homilía del 16 de octubre de 1977.)   De hecho, uno de los comprobantes más fuertes que Mons. Romero no perteneció a la corriente materialista de la Teología de la Liberación es el hecho de que Mons. Romero insiste en los aspectos sobrenaturales de la doctrina social de la Iglesia.  Estos suponen la existencia de un “más allá” que nos exhorta a aspirar por un mundo mejor como “antesala” de aquel mundo futuro.  Pero Romero no se limita a un espiritualismo positivo que vendrá, sino que supone una realidad negativa y actual.  Esto es el aspecto negativo de nuestro mensaje,” explica monseñor: “el pecado”.  Y asevera que la lucha por la liberación “Es una guerra a muerte contra el pecado; ese pecado tiene sus raíces en el demonio y tiene sus frutos”.  (Hom. 15 jul. 1979.)

No se trata de simbolismo o imaginería: “Los frutos son: la enfermedad, la miseria, el analfabetismo, la desnutrición, la injusticia social, todo eso que vemos que brota, es lo que brota, es lo que echa de fruto este tronco que es el pecado enraizado en el infierno que es el diablo”.  (Ibid.)  Tampoco se trata de creencias folclóricas o superstición.  Monseñor aleja su prédica del mito y del folclor.  Es una leyenda, pero muchos la creen”, reconoce, “que hay gente que tiene pacto con el diablo y es cuando a una persona le salen bien todas las cosas materiales, dicen que el diablo le ayuda y que después el diablo se cobra esa alma”.  (Hom. 3 sep. 1978.)  No es eso precisamente lo que predica monseñor, ya que su argumento supone una verdadera (no metafórica) intervención maligna en la realidad actual: “La lucha del pueblo profético es, pues, contra el pecado, contra el diablo y contra las consecuencias de todo esto”, puntualiza monseñor.  (15 jul., supra.)  Por ende,  Es necesario que, junto con el esfuerzo por no tener yo pecados personales, trabaje también para arrancar los pecados sociales y de raíz, contra el poder del infierno y del demonio”.  (Id.)

Para Mons. Romero, la injusticia social que denuncia no es un fenómeno meramente económico-social, a ser estudiado y reivindicado usando el análisis de la ciencia social, porque conlleva un aspecto sobrenatural: “la violencia, el asesinato, la tortura donde se quedan tantos muertos, el machetear y tirar al mar, el botar gente, todo eso es el imperio del infierno”.  (Hom. 1 jul. 1979.)  Es el diablo el que hace la muerte”, dice Mons. Romero.  La experimentan los que le pertenecen al diablo. Colaboradores, agentes del demonio; impostores de algo extraño que no cabe en el plan de Dios”.  (Id.)  En El Salvador se han “entronizado”, dice, “los poderes del infierno”.  (Id.)  Podemos decir que nuestro sistema es como aquel dios Moloc, insaciable en cobrarse víctimas, ya sea los que están contra él, ya sea también los que le sirven. Así paga el diablo”.  (Id.)  La denuncia social de Mons. Romero es un desenmascarar de esta presencia infernal: “Por eso, cuando yo, a la luz de esta palabra, les señalo acontecimientos de la semana, ustedes mismos descubren dónde está Dios y dónde está el diablo.”  (Hom. 16 jul. 1978.)

En una de sus homilías recientes, el Papa Francisco aseveró que las calumnias y “chismes” son producto del demonio: “son tentaciones del Maligno que no quiere que el espíritu venga a nosotros y haga esta paz, esta mansedumbre en las comunidades cristianas”, dijo el pontífice.  Siempre hay estas luchas: en la parroquia, en la familia, en el barrio, entre los amigos”.  (Prédica de S.S. del 9 de abril del 2013.)  Cuando se circuló un falso rumor de su secuestro, Mons. Romero también denunció ese chisme como la obra del Maligno.  (Hom. 16 de oct. 1977, supra.)  Los ataques sacrílegos a las Iglesias también eran muestra para Mons. Romero de la obra de Satanás: “En la parroquia del Corazón de María, el jueves a media noche, se dió un tiroteo a la fachada de la Iglesia”, anunciaba una vez.  No se sabe por quienes, ni con qué objeto. Una interpretación sencilla podría decir: es el diablo que anda suelto contra la imagen de Dios en la tierra, que son sus templos”.  (Hom. 13 ene. 1980.)  Generalmente, “Los que no pueden ver a la Iglesia sin sentir el rencor, el resentimiento”, decía monseñor, “son corazones que están ganados por Satanás”.  (Hom. 10 jul. 1977.)  Todo aquel que tortura a otro hombre es infierno. Todo aquel que desprecia la dignidad humana y la conculca está inspirado por Satanás”.  (Id.)  Dicen que no hay posesos”, contemplaba monseñor: “¿cómo no va a haber posesos si cada pecador con pecado mortal es un poseído del demonio?  (Hom. 5 mar. 1978.)

Finalizando, la existencia e intervención activa del Malo es parte concreta de la teología de Mons. Romero.  El mismo Concilio Vaticano Segundo nos enseña, consideraba monseñor, que la maldad se hace presente a la par de la misma Iglesia: “El reino de Satanás también es una espera, porque también han de resucitar los emisarios del diablo, que los hay muchos entre nosotros”, asevera.  Están esperando el reino definitivo, resucitarán para ignominia, porque el progreso del mundo -dice el Concilio- hoy se ve afeado por el pecado de los hombres”.  (Hom. 19 nov. 1978.)  Y desde esta perspectiva, el anticristo también es una realidad inserta en el dinamismo de la historia actual.  En nuestra patria es muy conocido el Anticristo”, anuncia monseñor.  El Anticristo es aquel que va delatando la labor pastoral de nuestra Iglesia, el Anticristo es aquel que va denunciando al hermano campesino para estar bien con los de arriba”, explica.  El Anticristo es todo aquel oreja de mis reuniones para irlas a mal intencionar”, dice.  No esperemos, pues, un personaje mitológico”.  (Hom. 16 sep. 1979.)

Todavía se pronuncian frente a los niños que se bautizan,” dice Mons. Romero cuando su arzobispado todavía era nuevo, “pero muchas veces sin darnos cuenta de lo serio que es decir: ¿Renuncias a Satanás, a sus pompas, a sus seducciones?  (Hom. 8 abr. 1977.)  Evidentemente, Mons. Romero tomaba estas palabras, las amenazas, y sus promesas, con toda seriedad.  Durante los tres años de su arzobispado, Mons. Romero intenta denunciar y desenmascarar la presencia diabólica en la historia, con palabras claras y prédicas urgentes sobre el tema.  Más claro, su mensaje no pudo estar: “Sí, al reino de Dios; no al reino del pecado y del diablo”.  (Hom. 8 jul. 1979.)

Friday, April 26, 2013

BEATIFICAZIONE ROMERO ‘SBLOCCATA’


Rapporti completi:

Mons. Vincenzo Paglia , il religioso responsabile della causa di beatificazione di Óscar Romero, ha annunciato che il Papa Francesco gli ha comunicato nel corso di una udienza il Sabato, 20 aprile, che la causa di beatificazione si è sbloccata.  Ecco gli ultimi sviluppi sul tema:

·         Il presidente di El Salvador, Mauricio Funes, si incontrerà con il Papa Francesco Venerdì 24 maggio a “spingere” per la canonizzazione di Romero.

·         Dopo anni di lento progresso, la situazione è migliorata notevolmente grazie allo sviluppo di un nuovo metodo per mostrare il martirio nel caso ‘Pino’ Puglisi (che sarà beatificato il prossimo mese) ... e per l'intervento personale del Papa Francesco.

·         Anche se nulla è stato certificato ufficialmente e le previsioni sono quasi impossibili nei processi di canonizzazione, seguaci di Romero osano sperare che possa essere beatificato il prossimo anno (forse, anche a fianco di Giovanni Paolo II) e canonizzato in tempo per il centenario della sua nascita nel 2017.

Super Martyrio continuerà a seguire questa storia in via di sviluppo.
Altre note in Italiano in questo blog:
Romero e i Papi: Giovanni Paolo I
Romero e i Papi: Benedetto XV

Il padre Rutilio Grande
Nuovo concetto di Romero

Wednesday, April 24, 2013

THE LAST JUDGMENT


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Pope Francis has resumed a series of Year of Faith talks on various teachings of the Church that was started by his predecessor.  At his general audience on Wednesday, April 24, 2013, the Holy Father discussed the Last Judgment and the Second Coming of Christ.  As part of this Blog’s reflections on «Romero for the Year of Faith», we offer Archbishop Romero’s insights on the same topic.

Photo: Pope Francis emerges from the Conclave as Roman Pontiff, with Michaelangelo’s “Last Judgment” behind him.
The Apostles’ Creed asserts that Jesus “will come again in glory to judge the living and the dead,” Pope Francis noted as he began his reflection.  The Pope explicated the Biblical passage on the Last Judgment  (Matthew 25:31-46.)  The image used by the evangelist is that of the shepherd who separates the sheep from the goats,” said the Pope.  To the right are placed those who have acted according to the will of God, coming to the aid of the hungry, those who thirst, the stranger, those who are naked, the sick, those who are in prison.”  Then the Pope paused for an acknowledgement: “I said the stranger—I think of the many foreigners who are here in the diocese of Rome: what we do to them?  Then he continued, “While to the left are those who have not come to the aid of their fellow humans. This tells us that we will be judged by God on love, on how we loved him in our brothers, especially the most vulnerable and needy.”
The Pope made an appeal for Christians to engage with the world.  A Christian who withdraws into himself, hiding all that the Lord has given us is not Christian!,” he said.  (C.f., Romero in his Feb 17, 1980 sermon: “The Christian who does not want to live this commitment of solidarity with the poor is not worthy to be called Christian.”)  That person is a Christian who does not thank God for everything he has given him,” said the Pontiff.  This tells us that the expectation of the return of the Lord is a time for action—we are living in the time for action—the time in which to capitalize on the gifts of God, not for ourselves, but for Him, for the Church, for others, a time in which to always try to grow goodness in the world,” said the Pope.  He made a special appeal to the young: “Bet on great ideals, ideals that enlarge the heart, ideals of service that will make your talents fruitful,” the Pontiff exhorted.  Dear young people, have a great spirit! Do not be afraid to dream big things!

Archbishop Romero expounded on the Final Judgment and its implications for our lives in his November 26, 1978 homily for the Feast of Christ the King.  Here are a few excerpts:

Saint John of the Cross has written some beautiful words: ‘In the evening of life you will be examined about love.’ We will not be examined to see if we have earned large sums of money or been applauded by people as if we were great in the eyes of the world and therefore praised and honored. Nothing like this will happen because all these realities will fade away. We will be examined about love. The essence of Christ’s message is contained in this passage about the final judgment and is presented to us by Saint Matthew: ‘I was hungry and you gave me food. I was thirsty and you gave me drink.’ Saint Matthew has not renounced his faith for indeed faith is the first impulse of women and men that draws them closer to God. But faith that does not reveal itself in practical love or in works is a faith that is dead. How many people say: ‘I know Christ! I try to pray to him!’ Yes, they pray to him like the priest in the gospel who left the injured poor Samaritan on the road because he was in a hurry to pray. Faith is not enough.
I tell you that at the time of the final judgment we will be surprised because we will see that the things that we thought were important are unimportant to Christ and that which we though was unnecessary is the basis on which Christ is examining us. ‘How did you treat those who were hungry and thirsty … those who represented me?’ In this country Christ is so profoundly present, my sisters and brothers, that it would be a shame to have lived surrounded by the presence of Christ (because we are surrounded by poor) and not to have known him. It would be a shame to live in comfort and wealth and political well-being and not be concerned about Christ who was at our doors or Christ who was walking on our streets.
Therefore when we despise the poor person, the harvester of coffee or sugar-cane or cotton or when we despise the campesinos who today travel in caravans in search of their sustenance for the year, we should remember that there is the face of Christ. The face of Christ is seen on the face of those who harvest our crops in sacks and baskets, on the face of those who are tortured and mistreated in our prisons, on the faces of those children who are malnourished and have nothing to eat and on the faces of those who ask the Church to be their voice. How could the Church deny them this voice if it is Christ who is asking us to speak for them?
I do not want to be on the wrong side at the time of the final judgment and hear the words: ‘Depart from me, you accursed, into the eternal fire prepared for the devil and his angels. For I was hungry and you gave me no food. I was thirsty and you gave me no drink. I was in need and you did not care for me.’ In other words, you were more concerned about the purity of your orthodoxy, the quiet time of your prayer, your congregation or your school and you did not want to contaminate yourself with the humble. You were more concerned about your social, economic, or political prestige and therefore you despised me, the one who was asking you for help. This is the criteria that Jesus will use at the time of judgment. 

The final judgment will take place in the highest court where bribes will have no effect.

Monday, April 22, 2013

DESBLOQUÉO - NOTA COMPLETA


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(Redacción Super Martyrio) Monseñor Vincenzo Paglia, el clérigo a cargo de la causa de canonización de Mons. Romero, ha anunciado que el Papa Francisco le informó durante una audiencia el sábado, 20 de abril, que estaba autorizando que avanzara el proceso de beatificación.  Paglia dio a conocer este dato al final de una homilía en honor al obispo italiano Antonio Bello, conocido como " Don Tonino ", quien murió en 1993.  Este mismo día”, Paglia dijo desde el púlpito de la Catedral de Molfetta (en la costa adriática de Italia), “día de la muerte de Don Tonino, la causa de beatificación de Mons. Romero ha sido desbloqueada”. Además de ser el postulador o sacerdote principal responsable de la canonización de monseñor Romero, Paglia es el presidente del Consejo Pontificio para la Familia, una de las principales agencias vaticanas que responden al Papa. Sus declaraciones grabadas en video, en italiano, están disponibles en YouTube .  Al ser buscado por la prensa para comentarios, Paglia evadió decir más al respecto, prefiriendo esperar información más concreta sobre el tema, pero su oficina confirmó lo aquí reportado.

Reacciones en El Salvador

La noticia ha sido reportada por medios internacionales, suscitando reacciones mayormente de apoyo a la decisión.  En El Salvador, el Presidente Mauricio Funes (foto) dijo que “Esta noticia nos produce una inmensa alegría, al pueblo salvadoreño y a este servidor, y renace nuestra esperanza de ver reconocida la figura de nuestro obispo mártir, que entregó su vida por los pobres y desamparados de la El Salvador”.  El presidente anunció que viajaría a Roma en mayo para agradecer al papa en persona y además darle una actualización sobre los esfuerzos que su gobierno ha llevado adelante—a veces en estrecha colaboración con la Iglesia—para lograr la “pacificación” de la sociedad salvadoreña.  Este reconocimiento a la vida y obra de Monseñor Romero constituirá, sin dudas, un hito más en el camino de la pacificación y reconciliación nacional”, continúa la declaración del presidente,  Por ello es importante que nadie pretenda politizar esta decisión de la Iglesia Católica. Pido, en tal sentido, a la clase política y dirigencial del país a manifestar su alegría por este anuncio y abstenerse de toda manifestación política que empañe este hecho histórico para el pueblo de El Salvador”.

La derecha salvadoreña ha reaccionado con pronunciamientos de bajo perfil.  Donato Vaquerano, jefe de fracción legislativa del partido ARENA, se dijo complacido con la noticia: “Enhorabuena”, fue su comentario a la prensa local.  Desde que una Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas culpó al fundador del partido ARENA, el Mayor Roberto D’Aubuisson, de la autoría intelectual del asesinato de Mons. Romero, los líderes del grupo derechista prefieren no hablar sobre Mons. Romero.  Vaquerano aprovechó para acusar al partido de izquierda por su supuesta instrumentalización de la figura de Mons. Romero: “Quien más daño le ha hecho a la figura de Monseñor Romero es el FMLN”, dijo el ultra-derechista.

Ni el Vaticano ni la arquidiócesis de San Salvador han sentado reacciones oficiales, pero Mons. Gregorio Rosa Chávez, el obispo auxiliar de San Salvador, quien fue colaborador de Romero ha hecho algunos comentarios.  Es una sorpresa por lo rápido que la noticia se conoce, pero ya lo esperábamos porque el papa Francisco tuvo siempre por Romero una gran admiración y una total convicción que de que era un mártir, era un santo”, dijo Mons. Rosa.  Indudablemente que el Papa habrá escuchado muchas voces en estos días desde que fue elegido, habrá consultado y yo dije en una ocasión que en América Latina hay una mayoría abrumadora de obispos que van a favor de la canonización (de Romero), y sabe que esa decisión es un gozo inmenso para toda la Iglesia, sobre todo para la Iglesia de América Latina”.

Mons. Dieudonné Datonou, encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica (representación diplomática de el Vaticano en El Salvador), afirmó que, “esta Nunciatura no ha recibido al momento, ninguna comunicación de carácter oficial”.  Sin embargo, agregó “que en el caso en que se confirmara dicha noticia, ella sería para la iglesia local, así como para todo El Salvador, motivo de gran satisfacción y alegría, y no solo para El Salvador, sino para toda la iglesia latinoamericana y universal”.

Mons. Jesús Delgado, un clérigo salvadoreño con años de experiencia, sonó una nota ligeramente contraria. Delgado se opone a la idea de que el proceso haya estado “bloqueado (él prefiere pensar en que estuvo “en standby” durante los últimos años), y se esforzó de explicar que el “desbloqueo” no es un acto formal, oficial, ya que puede ser un término “emotivo” del obispo Paglia para resumir al Papa. Además, Delgado advirtió que los salvadoreños no deberían esperar una beatificación antes de las próximas elecciones (El Salvador elige un nuevo presidente el próximo año).

Mons. Ricardo Urioste, presidente de la Fundación Romero, dijo que en su opinión la decisión de “desbloquear” la causa continuaría su estudio pues estaba “retenida, no estaba siendo estudiada”.

El “lobby” de Mons. Romero ante el nuevo Papa

Como bien lo dice Mons. Rosa, desde su llegada al trono de San Pedro, el Papa Francisco ha recibido varias peticiones a favor de la beatificación de Mons. Romero.  El cabildeo informal del pontífice comenzó el mismo día de su instalación como jerarca supremo de la Iglesia.  La Primera Dama salvadoreña, Vanda Pignato, saludó al Papa después de su misa de instalación el 19 de marzo. Pignato llevaba un pin de Romero al acercarse al Papa en la línea de recepción y, “Él me dijo que esperaba que la canonización de Monseñor Romero fuera lo más pronto posible. Le mostré mi foto, mi pin de Monseñor Romero, y le dije que ojalá fuera durante su papado, durante su pontificado. Él me dio una sonrisa y le agarré las dos manos y le pedí que así fuera”.

Dos días después, el nuevo pontífice se reunió con su compatriota, Adolfo Pérez Esquivel, el premio nobel del año 1980, quien estaba en Roma para dar un discurso durante la conmemoración romana del 33 aniversario del asesinato de Mons. Romero.  El premio nobel de la paz abordó el tema de Romero durante su audiencia con el papa, y después del encuentro, Pérez Esquivel declaró ante los micrófonos de la prensa romana que Romero había sido un pastor que supo escuchar las voces de su pueblo.

Días después de este encuentro, el Presidente Funes, de El Salvador, interpeló al Papa en un discurso en cadena nacional de radio y televisión, que canonice pronto al “más grande, bueno y sabio” de los salvadoreños en el aniversario de su muerte.  Hoy renovamos nuestra esperanza de que la más alta jerarquía de la Iglesia Católica reconozca al más grande, bueno y sabio de los salvadoreños y lo canonice”, dijo Funes.  El mandatario también se refirió a Mons. Romero como “el más bueno, el más generoso, el más puro; la personalidad más alta de El Salvador, que trascendió las fronteras por su prédica y por el ejemplo de su vida y su obra”.  Finalizó insistiendo que, “Honramos su memoria en este tiempo nuevo de esperanza, de cambio y de reconciliación que vivimos en el país. No queremos más odios ni enfrentamientos ni violencia entre hermanos y hermanas”.

Un proceso alargado en búsqueda del primer santo para El Salvador

Los planes de buscar la canonización de Mons. Romero fueron anunciados formalmente por primera vez en San Salvador en 1990, en el marco de la conmemoración del X aniversario del asesinato.  Tres años después, Mons. Arturo Rivera y Damas envió la documentación correspondiente a la Congregación Para las Causas de los Santos (CCS) en el Vaticano, y ese mismo año se dio la autorización para comenzar la investigación.  Desde ese momento, Mons. Romero ha sido un “siervo de Dios”—una persona en evaluación oficial de su santidad.  La primera parte de la investigación fue la fase diocesana que se celebró en San Salvador.  Esta se dio por cumplida en noviembre del año 96, y Mons. Fernando Sáenz Lacalle, quien había sucedido a Mons. Rivera como arzobispo, aprobó los hallazgos y los envió a la CCS.  (Filochowski, Romero Trust.)

En 1997, el Vaticano aceptó la documentación de la fase diocesana, considerándola como válida, y en 1998, todos los expedientes necesarios fueron remitidos a las autoridades romanas.  Desde entonces ha estado abierta la “fase romana” del proceso.  Mons. Vincenzo Paglia, un prelado de alto rango, conocido por sus gestas diplomáticas y cercanía al movimiento eclesial Sant Egidio, fue nombrado el Postulador de la causa por el Papa Juan Pablo II.  En esos tiempos, se hablaba de un proceso rápido para canonizar a Romero.  Durante el Jubileo del Milenio del año 2000, bajo la insistencia del Papa Juan Pablo, Mons. Romero fue homenajeado durante una ceremonia honrando la memoria de los mártires del Siglo XX en el Coliseo de Roma.  Una oración especial elogió al “inolvidable Óscar Romero, asesinado en el altar durante la celebración del sacrificio eucarístico”.  

Al principio del nuevo milenio, Super Martyrio se ha enterado que bajo objeción del cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, quien sostuvo inquietudes sobre la ligación de Mons. Romero con la Teología de la Liberación, la causa de Mons. Romero fue sometida a una investigación por la Congregación Para la Doctrina de la Fe (CDF).  En aquel tiempo, la CDF era encabezada por el Card. Joseph Ratzinger, quien fue después elegido Papa Benedicto XVI.  Entre el 2000 y el 2005, la CDF estudió los escritos, sermones, y discursos de Mons. Romero para asegurar que estuviesen libres de errores doctrinales.  En el 2001, Mons. Paglia celebró un congreso especial en Italia, reuniendo expertos y teólogos para tratar de reubicar la figura de Mons. Romero dentro de la doctrina autorizada de la Iglesia.  La DCF concluyó que “Romero no era un obispo revolucionario, sino un hombre de la Iglesia, del Evangelio y de los pobres”.

En 2005, en el marco del XXV aniversario de su asesinato, todo parecía apuntar a que la causa de beatificación estaba en su recta final.  Mons. Paglia hizo declaraciones en ese sentido, y en marzo del 2005, el cuerpo de Mons. Romero fue movido a una posición de honor directamente bajo el altar principal de la Catedral Metropolitana de San Salvador—una seña que normalmente implica que una beatificación está inminente.  Sin embargo, la muerte de Juan Pablo II durante este tiempo, interrumpió el proceso.  Aunque el Papa Benedicto recibió al presidente salvadoreño Tony Saca como su primera audiencia y hablaron sobre la beatificación de Romero, para octubre de ese año, el proceso se había descarrilado.  Se dice que los mismos cardenales latinoamericanos que habían pedido el estudio de la teología de Romero, ahora exigían un estudio de sus actuaciones pastorales concretas.  Para el siguiente marzo, Mons. Sáenz admitió que la causa marchaba a “paso lento”.

Entre el 2007 y el 2008, el Papa Benedicto se refirió a Mons. Romero tres veces dentro de un año, levantando esperanzas de que el proceso podría estar regresando a un curso normal.  Sin embargo, después de este periodo, no se volvió a dar ningún pronunciamiento, y la causa quedó estancada, aparentemente desatendidada por las autoridades competentes.  El periódico italiano «La Stampa» llegó a tildarla de “causa perdida”. 

Un cambio de fortunas

En el año 2007, el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio le comentó a Mons. Jesús Delgado de la Fundación Romero que, “Si yo hubiera sido papa, la primerísima cosa que habría hecho es ordenar la beatificación de Monseñor Romero” (Bergoglio había quedado en segundo lugar en el conclave del 2005 que eligió al Card. Ratzinger como sucesor de Pedro).  Tres años después, en el 2010, Delgado volvió a platicar el tema con el Card. Bergoglio quien afirmó lo dicho tres años antes: “No lo olvido, el problema es que yo nunca llegaré a ser papa”.

Sorpresivamente, el Card. Bergoglio llegó a ser papa inesperadamente después de dos situaciones inéditas y casi inimaginables cuando dijo que nunca llegaría a ser papa.  Primero, el Papa Benedicto XVI renunció el pontificado en febrero del 2013, llegando a ser el primer papa en hacerlo en casi 800 años.  Segundo, Bergoglio fue elegido su sucesor en marzo, aunque no aparecía en las varias listas de cardenales “papables” de los vaticanistas.

La especulación de que un nuevo papa podría implicar una nueva expectativa para Romero se dejó sentir aun antes de conocer el nombre del nuevo pontífice, ya que el solo proceso de revisión de prioridades que la sucesión papal implicaría podría ayudar a desarchivar la causa.   De hecho, se está reportando que el nuevo impulso tras la causa de beatificación de Romero no se debe exclusivamente a que el nuevo papa sea latinoamericano, sino también a ciertos desarrollos en otro proceso de beatificación que resultan ventajosos para Romero.  El postulador Paglia dio entrevistas en febrero y marzo diciendo que la beatificación de un “mártir de la mafia” en mayo, ayudaría a la causa Romero.  Creo que la beatificación del Padre Puglisi como un 'mártir de la mafia' abre algunas líneas interesantes de reflexión”, dijo Paglia.  La beatificación del P. Giuseppe "Pino" Puglisi, un sacerdote anti-mafia en Sicilia, asesinado en 1993 por motivos que se pueden fácilmente argumentar fueron ajenos al odio de la fe (en ese caso, razones del crimen organizado), puede ayudar a entender que la Iglesia no debe ser tan estricta al interpretar la doctrina del martirio y el requisito odio de la fe.  De hecho, la prensa italiana está reportando que el caso Puglisi ha abierto una “autopista expresa” para Mons. Romero.

Próximos pasos

Julian Filochowski, de la Romero Trust con sede en el Reino Unido, afirmó que: “Es maravilloso saber que la causa de beatificación de Mons. Romero ha sido 'desbloqueada' por el Papa Francisco. Esta es una palabra cuidadosamente escogida y significa que la causa dejará el revestimiento donde ha estado estacionada por más de una década, mientras que las acusaciones de que las homilías de Monseñor Romero iban más allá de los límites de la ortodoxia fueron examinadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ahora será puesta de nuevo en el camino ordinario hacia la santidad bajo los auspicios de la Congregación para las Causas de los Santos - y con toda probabilidad irá por la vía rápida ya que la beatificación de un mártir no requiere un milagro.”  El embajador de El Salvador ante la Santa Sede, Manuel López, pertenece a la organización católica, la Soberana Orden de Malta y comentó sobre los próximos pasos.  El postulador presentará la positio a la Congregación de las Causas de los Santos, será analizada primero por una comisión de teólogos, y luego por una de cardenales, y las dos comisiones pasarán sus recomendaciones al Papa, quien tomará la determinación final”, dijo López. 

El embajador se pronunció optimista sobre las nuevas expectativas: “Definitivamente estamos entrando en una nueva etapa muy positiva para la causa”, aseveró el diplomático.  Creo que en este momento se tienen las mejores posibilidades que nunca se han tenido para tener el primer santo salvadoreño”.  Filochowski concluyó con una nota optimista: “Quizás 2014 será el año de Romero - como Mons. Paglia parece anticipar, sin duda podemos ahora esperar, y de hecho pensar, en celebrar el centenario del nacimiento de Monseñor Romero en 2017 con su santidad reconocida oficialmente por la Iglesia . ¡Santo subito!