Sunday, November 14, 2010

BENEDICTO, VEN

Cuando el nuevo embajador de El Salvador al Vaticano Manuel Roberto López Barrera, presentó sus credenciales ante el papa en octubre del 2010, el diplomático salvadoreño invitó al pontífice en nombre del presidente Mauricio Funes y de su gobierno a visitar El Salvador. (Il Papa esorta a promuovere la comprensione in Centroamerica [El papa exhorta a promover la comprensión en Centroamérica], Zenit.org, 18 de octubre del 2010.) Aunque el pontífice no dio respuesta inmediatamente a la invitación, ya se está planificando un viaje de Benedicto XVI a la América Latina en el 2011. (El papa Benedicto XVI visitará la República Dominicana y Puerto Rico en 2011, Informe21.com, 30 de septiembre del 2010.) Una visita del papa a El Salvador sería de mucha ventaja para el proceso de beatificación de Mons. Romero.

En primer lugar, una visita del Santo Padre a la tierra de Mons. Romero agilizaría el estudio de la causa para posibilitar que el mismo papa presida sobre la ceremonia de beatificación durante su visita. Si bien es cierto que Benedicto ha hecho su política pastoral no participar personalmente en las beatificaciones, si lo ha hecho cuando se trata de un caso importante como el Cardenal Newman a quien el papa beatificó personalmente durante su recorrido por Gran Bretaña. Como escribe un ilustre comentador católico: “Entre los íconos populares del catolicismo del siglo XX, ningún santo-en-espera se perfila más prominentemente que Óscar Romero.” (John L. Allen, Jr., Romero's sainthood cause [La causa de la santidad de Romero], National Catholic Reporter, 17 de octubre del 2003.) El mismo Benedicto se ha referido a Mons. Romero más que a cualquier otro santo potencial que esté siendo considerado para la canonización por el Vaticano. La visita del papa a la República Dominicana y Puerto Rico está siendo programada para el 11 de agosto, y con el cumpleaños de Mons. Romero el 15 de agosto, la fecha podría ser muy oportuna para el caso.

Aún si la visita del papa no resulta en la beatificación de Romero, el peregrinaje de un segundo pontífice a la Tumba de Mons. Romero sería un gran aval para el obispo mártir y daría un tremendo aporte al buen caminar de la causa. Las visitas de Juan Pablo II a la tumba, fueron “decisivas” para impulsar el proceso, según el teólogo Jon Sobrino: “La fotografía de Karol Woijtila ... rezando ante la tumba de Monseñor Romero ... [es] un testimonio personal entrañable,” y “La postura del Papa nos parece que ha sido decisiva como condición sine qua non para que se inicie y prosiga el proceso”. (Jon Sobrino, El proceso de canonización de Monseñor Romero, Revista ECA, No. 593, marzo de 1998.) Podemos imaginarnos que la figura de Ratzinger postrado ante la Tumba de Romero sería como una afirmación a la feligresía que el proceso de beatificación está seguro y que solo es cosa de esperar el momento oportuno para recibir la noticia que todos esperan.

La memoria de Romero prestaría un buen trasfondo para el gran reto que Benedicto XVI hace al mundo en su carta encíclica CARITAS IN VERITATE (2009). No es un hecho que haya sido ampliamente publicitado, pero el Papa Benedicto tiene palabras tan duras como las de Mons. Romero para los poderosos aferrados a su poder. Recién dijo a los obispos del medio oriente: “Pensemos en las grandes potencias de la historia de hoy”. Luego puntualizó: “pensemos en los capitales anónimos que esclavizan al hombre, que ya no son cosa del hombre, sino un poder anónimo al que sirven los hombres, por el que los hombres son atormentados e incluso asesinados”. Y para no dejar dudas, finalizó denunciando: “Son un poder destructivo, que amenaza al mundo”. (Intervención del Papa durante la primera Congregación General En el Sínodo de los Obispos para Oriente Medio, 11 de octubre de 2010.)

Esta disponibilidad del papa a hablar verdades fuertes con palabras claras se ha ganado la buena escucha de toda la Iglesia. “No hay duda de que las palabras de Benedicto XVI tocan los problemas centrales de nuestra sociedad y apuntan a los caminos adecuados de solución”, dice el jesuita José María Tojeira, rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (“la UCA”). (José M. Tojeira, El Salvador y Benedicto XVI, DIARIO CO LATINO, 26 de Octubre de 2010.) “El fuerte contenido moral y propositivo de su ... discurso nos invita a citarlo, comentarlo y reflexionarlo”, asevera el religioso y académico. (Id.) “El cristiano, insiste Benedicto XVI, no puede mirar con indiferencia cuando se debilitan exigencias tan primordiales como la equitativa distribución de la riqueza, la honradez en el desempeño de las funciones públicas o la independencia de los tribunales de justicia”. (Id.)

Cuando Benedicto fue mostrado la estatua de Mons. Romero en la Abadía de Westminster en septiembre del 2010, cuentan que preguntó cuando la estatua había sido instalada por la Iglesia Anglicana (respuesta: 1998). Esto deja claro que el papa está consciente del compás del tiempo, y cuando fue preguntado en el 2007 sobre el estado del caso Mons. Romero, respondió diciendo estar a la espera del informe de la comisión correspondiente. Una visita a la tierra del santo sería una buena forma de acortar el plazo de esa espera.

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