TOP 10 ROMERO STORIES OF 2008
To be sure, 2008 was not an Oscar Romero year. The Vatican was mum on the progress of the beatification cause, and efforts to investigate his unsolved assassination seem to have lost steam after some movement the previous year. Nevertheless, the memory of Archbishop Romero persisted, and:
1. Pope Benedict cited Archbishop Romero when he received the Salvadoran bishops in their ad limina visit in February. In his fourth or fifth public remarks relating to Romero, Benedict said Romero figured among the "pastors filled with love" who preach the gospel with "fervor."
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2. Wearing resplandescent, ermine-trimmed white robes, the Pontiff approached Romero again in April, when he paid tribute to a chapel honoring XX Century martyrs including Romero. The pope lit a candle at the altar where Romero's relics are kept. "The option in favor of the smallest and most poor, which mark the life of the Christian community, sometimes give rise to violent loathing," he said.
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3. Pope Benedict XVI named Monsignor José Luis Escobar Alas as the new Archbishop of San Salvador. The new successor to Archbishop Romero will be instrumental in guiding Archbishop Romero's canonization cause.
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4. In July, the Pope named a new prefect for the Congregation for the Causes of Saints, the Church institution that recognizes new saints and is studying Archbishop Romero's sainthood cause. The new prefect, Archbishop Angelo Amato, was the co-signer of the 2007 Notificatio against Jon Sobrino.
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5. In August, the Salvadoran presidential candidate Mauricio Funes took part in celebrations of Archbishop Romero's birthday in Romero's home town: a sign of things to come. If Mr. Funes is elected (he has led in every poll), he would likely bring large state recognition to Archbishop Romero's cause in El Salvador for the first time.
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6. Before retiring as Prefect for the Congregation for the Causes of Saints, Portuguese Cardinal Jose Saraiva Martins said that Archbishop Romero's canonization cause was at a standstill while the Church analyzed the question of whether he was killed for political reasons or hatred of the faith (which is required in order to qualify a person as a martyr-saint).
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7. Influential Salvadoran bishop Gregorio Rosa Chávez said in an interview that Archbishop Romero's case is "ripe for sentencing." In contrast to other voices in the Church (see #6 above), Bishop Rosa said the great questions attending the beatification cause have already been answered.
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8. Latin American church giant, Colombian Cardinal Alfonso López Trujillo, passed away this year. Through a career in CELAM (the Latin America Bishops' Conference), he became a vocal opponent of Liberation Theology and was believed to have interposed legal objections to Archbishop Romero's beatification cause that slowed down the Vatican's handling of the case.
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9. In March, the Vatican newspaper L'Osservatore Romano ran an extensive retrospective about Archbishop Romero, which included a clarification of the Archbishop's relationship with several popes, which sought to set straight rumors of tense relations with Rome. The report was seen as evidence of the church hierarchy's growing embrace.
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10. Finally, tributes and commemorations of Archbishop Romero continued to mount, including speeches by Sr. Dianna Ortiz and Bishop Medardo Gomez, and an inclusion in a new, award-winning book about Latin American saints.
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Happy new year one and all!
Wednesday, December 31, 2008
Wednesday, August 27, 2008
MONS. ROMERO EN LAS PALABRAS DE LOS PAPAS
La peor "manipulación" política sobre Mons. Romero seguramente debe ser la acusación de que Mons. Romero fue abandonado por los pontífices romanos, y en particular, por el Papa Juan Pablo II. Esta colección de pronunciamientos públicos de Juan Pablo y su sucesor Benedicto desmienten toda noción de que Mons. Romero haya sido olvidado o mal tratado por los sucesores de San Pedro hasta el dia. Estas declaraciones son solamente los pronunciamientos oficiales hechos por los pontífices durante homilías y los comentarios que acompañan la oración del "Angelus" en la plaza de San Pedro. No se incluyen las palabras que se les atribuyen haber dicho en privado o en situaciones semi-privadas.
I. JUAN PABLO II
1. Dos dias despues del asesinato de Mons. Romero, el Papa Wojtyla rezó el "Angelus" desde su estudio encima de la Plaza de San Pedro. Ya había publicado una declaración de prensa condenando el sacrílego acto pero, conmovido por el momento disertó sobre el tema al final del rezo. "Todos estamos sin palabras ante tan semejante violencia," lamentó el papa. Evidentemente consternado, el papa preguntaba, "¿Adónde, adónde va el mundo? Hoy lo repito: ¿adónde vamos?" Juan Pablo destacó que "se ha asesinado un obispo de la Iglesia de Dios en el ejercicio de su misión santificadora de la ofrenda de la Eucaristía." Aquí el papa hace incapié a las palabras de la Constitución Dogmática LUMEN GENTIUM, que dice que un obispo ejerce el "supremo sacerdocio" en la celebración de la Eucaristía porque "la participación del cuerpo y sangre de Cristo no hace otra cosa sino que pasemos a ser aquello que recibimos." En muchas reflecciones sobre el tema, Juan Pablo II siempre regresaba a la misma profundización que hizo ese día: "fue impactado en el momento más sagrado, durante la función más alta, más divina."
2. Otro día, el 25 de marzo de 1981, y otro "Angelus." El papa recordó el aniversario. "Ha trascurrido un año desde la trágica muerte del Arzobispo monseñor Romero," dijo Juan Pablo. Aquí lo tildó con una frase que usaría una y otra vez para caracterizar la actuación de Mons. Romero: "el pastor celoso, asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba la santa misa." Juan Pablo tambien presentó a Mons. Romero como un "servidor de la Iglesia," destartalando toda acusación de que el papa alejó a Mons. Romero de la jerarquía de la Iglesia. Añadio el Santo Padre que Mons. Romero "coronó de sangre a su ministerio a favor de los más pobres y marginados." A un año del martirio de Mons. Romero, ya se dislumbra la conclusión que el la Congregación de la Doctrina de la Fe llegaría a emitir en el año 2000 -- "La Comisión ha concluido que Romero no era un obispo revolucionario, sino un hombre de la iglesia, del evangelio y de los pobres."
3. El 6 de marzo de 1983, Juan Pablo visitó la Catedral Metropolitana de San Salvador y se postró ante la Tumba de Mons. Romero. No fue necesario que dijera algo, ya que la foto del papa incado ante la tumba del obispo mártir fue difundida por todo el mundo y esa imagen habló muy claramente sobre el respeto y admiración que el papa debe haber sentido para incarse ante la tumba. Sin embargo, el pontífice tambien emitió una declaración sobre el significado de su visita a Catedral: "Reposan dentro de sus muros los restos mortales de monseñor Oscar Arnulfo Romero, celoso Pastor a quien el amor de Dios y el servicio a los hermanos condujeron hasta la entrega misma de la vida de manera violenta, mientras celebraba el Sacrificio del perdón y reconciliación." Otra vez, el papa reitera que la motivación de Mons. Romero fue "el amor de Dios," un tema que otro papa recogería más de dos decadas despues, cuando Benedicto XVI recalcó ese mismo punto la primera vez que se reunió con los obispos de El Salvador (ver punto número 10).
4. Más tarde, ese mismo día, el papa se dirigió hacia Metro Centro, donde predicó una solemne misa. "¡Cuántos hogares destruidos!," aseveró el pontífice, haciendo una litanía de las lamentaciones de la guerra. "¡Cuántos refugiados, exiliados y desplazados! ¡Cuántos niños huérfanos! ¡Cuántas vidas nobles, inocentes, tronchadas cruel y brutalmente!" Contextualizando la situación de la sociedad entera, se desplazó al tema martirial: "También de sacerdotes, religiosos, religiosas, de fieles servidores de la Iglesia, e incluso de un Pastor celoso y venerado, arzobispo de esta grey, monseñor Oscar Arnulfo Romero." Por tercera vez, el papa presenta a Mons. Romero como el "pastor celoso," tratando de conducir la evolución de la imagen de monseñor por los senderos que lo podrían llevar a la santidad, que el papa ya seguramente presentía, habiendose incado ante su Tumba. Pero aquí Juan Pablo añade una advertencia: "Al recordarlo, pido que su memoria sea siempre respetada y que ningún interés ideológico pretenda instrumentalizar su sacrificio de Pastor entregado a su grey." Esta observación fue adelantada en 1983 -- antes de que se instituyera el proceso de beatificación. Así es que no se puede decir que la insistencia de la Iglesia de no politicizar ha sido un invento ex post facto para desrielar la canonización.
5. Despues, al regresar al Vaticano, el Papa Juan Pablo II reiteró lo que había dicho a los salvadoreños en El Salvador, en sus palabras dirijidas a Roma y al mundo, en su mensaje dominical. El papa mencionó que la guerra civil de El Salvador había "ocasionado ya decenas de millares de víctimas, incluido el arzobispo Oscar Romero." Pero el papa no se conformó con mencionar a Mons. Romero otra vez en la Plaza de San Pedro, sino que subrayó lo que, en su profundizar, era la causa de su muerte y las otras muertes que mencionó. "Las tensiones," dijo el pontífice, "tienen su fuente en las viejas estructuras socio-económicas, en las estructuras injustas que permiten la acumulación de la mayoría de los bienes en manos de una élite poco numerosa, juntamente con la simultánea pobreza y miseria de una enorme mayoría de la sociedad." Así es que es mentira que la Iglesia se opuso a reconocer la injusticia estructural que dio muerte a las "decenas de millares de víctimas, incluido el arzobispo Oscar Romero," en las propias palabras del Santo Padre en esta ocasión.
6. En su segunda visita a El Salvador, Juan Pablo volvió a visitar la Tumba de Mons. Romero en Catedral. Era una ocasión muy distinta a la primera. Había acabado la guerra, y El Salvador se encontraba construyendo la paz. El papa había decaído notablemente en lo físico. La Tumba de Mons. Romero había sido trasladada a la Cripta subterranea de Catedral, de acuerdo a costumbres canónicas. Muchos han renegado que el traslado de la Tumba ha sido como una forma de ocultar o enterrar el recuerdo de Mons. Romero. Pero al papa no le importaron las gradas que tuvo que bajar, ni el esfuerzo que tuvo que ejercer para llegar al sitio. Lo recordó diciendo, "Monseñor Óscar Arnulfo Romero, brutalmente asesinado mientras ofrecía el sacrificio de la Misa y ante cuya tumba recé en mi anterior Visita Pastoral; y ahora voy a rezar de nuevo." Refutó el aseveramiento que la Iglesia quisiera ocultar y olvidar a Romero, declarándose "complacido de que su recuerdo siga vivo entre vosotros." Finalmente, dio un voto muy poco conocido sobre el estatus de santidad de Mons. Romero, diciendo acerca de él y los arzobispos Chávez y Rivera: "Estoy seguro de que ellos interceden por la Iglesia a la que amaron y sirvieron hasta el fin de sus días."
7. Regresando al Vaticano, Juan Pablo volvió a destacar a Mons. Romero en su audiencia semanal ante los peregrinos. Pero además de elogiar a Romero, el papa reconoció de forma inequívoca y positiva el papel de la iglesia martirial de El Salvador: "Allí la Iglesia ha desempeñado un papel decisivo para la reanudación del diálogo y la pacificación, pagando un altísimo precio de sangre." El papa reconoció el estado preeminente entre los mártires salvadoreños de uno en particular: "entre los cuales es muy venerado el arzobispo Oscar Arnulfo Romero." El papa, tratando de guiar el recuerdo de Mons. Romero entre los caminos seguros del derecho canónico (que prohibe rendir culto de forma premadura a un candidato a la santidad) constató que "Cuando se leyó el evangelio de las bienaventuranzas delante de la catedral donde se custodian los restos mortales," esto "reavivó en todos la voluntad de trabajar unidos por la construcción de un mundo más humano." Es como que el mismo papa está atestiguando que el recuerdo de Romero es sano, y no está siendo manipulado para fines partidiarios, sino para el bien común.
II. BENEDICTO XVI
8. Quizá el papa Ratzinger ha sido acusado por la izquierda de estar en contra de Mons. Romero y su teología aún mas agudamente que el papa Wojtyla. Pero Mons. Romero volvió a hacerse presente en la Plaza de San Pedro el 25 de marzo del 2007, cuando el papa puso como ejemplo a "los mártires, que son asesinados a causa del Evangelio." Ahora el papa Benedicto XVI añadió para dar emfasis a su argumento: "Lo subrayo recordando que ayer, 24 de marzo, aniversario del asesinato de monseñor Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, se celebró la Jornada de oración y ayuno por los misioneros mártires." Este pequeño comentario hizo noticia alrededor del mundo, ya que muchos en los medios de comunicación social se habían creido de la tésis que a Ratzinger no le parecía el ejemplo de Romero y que el Vaticano había frenado la causa de su beatificación. El papa subrayó que los mártires son aquellos "obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos asesinados en el cumplimiento de su misión de evangelización y promoción humana." Es notable que no dijo solamente "evangelización" sino que "evangelización y promoción humana."
9. El pontífice "ultra-conservador" concedió la declaración a favor de la causa de beatificación de Mons. Romero más franca y atrevida de todas las declaraciones públicas de los papas que consideramos aquí, cuando declaró, "No tengo duda que Romero como persona merece la beatificación." El papa hizo el comentario a bordo de su avión papal en rumbo a la Conferencia de Aparecida (Brazil) el 9 de mayo del 2007. De hecho el papa hace una síntesis del caracter de Mons. Romero que hasta a los seguidores más comprometidos les costaría superar. Dice el Santo Padre: "Fue ciertamente un gran testigo de la fe. Él fue un hombre de gran virtud cristiana, quien estuvo comprometido a la paz y en contra de la dictadura." Con esa frase, el papa descarta los criticismos más fuertes en contra de la causa. El papa reconoce que Mons. Romero pudo haberse pronunciado en contra del gobierno, "en contra de la dictadura," en las palabras de Benedicto XVI. Pero eso no descarte que fue "un hombre de gran virtud cristiana" -- es más, es el comprobante de que lo fue. "El problema," dice el pontífice, "es que algunas facciones políticas quieren apoderarse de Romero para si mismas, injustamente, como una bandera." Pero no es un "problema" sin solución, porque "la misma persona [de Romero] nos libera de estos atentados injustos."
10. Finalmente, este mismo año, Benedicto XVI completó el círculo, remontandonos a una frase empleada por Juan Pablo II, cuando les comentó a los obispos salvadoreños en visita "ad limina" que Mons. Romero estuvo lleno "de amor de Dios" y que predicaba el Evangelio "con fervor." Esas habían sido las palabras que Juan Pablo II citó el dia en que se incó ante la Tumba de Mons. Romero un cuarto de siglo atrás. (Vease punto no. 3.) Como en una imagen correspondiente a la figura de Juan Pablo ante la Tumba, el Papa Benedicto visitó un templo dedicado a la memoria de los mártires modernos, localizada en la Basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina en el río Tiber de Roma, donde se dice que San Pedro bautizó a los antiguos conversos. Durante su visita, el papa rezó ante un altar dedicado a los mártires de America Latina que conserva una reliquia de Mons. Romero.
No es de negar que en las relaciones entre los papas y Mons. Romero hubieron dificultades y complicaciones que superar. En todas las relaciones humanas, siempre existen mal-entendimientos, dudas, y sospechas que pueden impedir la comprensión entre las personas. Pero si bien es cierto que se debe reconocer que han habido preguntas, tambien se debe reconocer que han habido respuestas, muy positivas y respetuosas entre los papas y Mons. Romero.
La peor "manipulación" política sobre Mons. Romero seguramente debe ser la acusación de que Mons. Romero fue abandonado por los pontífices romanos, y en particular, por el Papa Juan Pablo II. Esta colección de pronunciamientos públicos de Juan Pablo y su sucesor Benedicto desmienten toda noción de que Mons. Romero haya sido olvidado o mal tratado por los sucesores de San Pedro hasta el dia. Estas declaraciones son solamente los pronunciamientos oficiales hechos por los pontífices durante homilías y los comentarios que acompañan la oración del "Angelus" en la plaza de San Pedro. No se incluyen las palabras que se les atribuyen haber dicho en privado o en situaciones semi-privadas.
I. JUAN PABLO II
1. Dos dias despues del asesinato de Mons. Romero, el Papa Wojtyla rezó el "Angelus" desde su estudio encima de la Plaza de San Pedro. Ya había publicado una declaración de prensa condenando el sacrílego acto pero, conmovido por el momento disertó sobre el tema al final del rezo. "Todos estamos sin palabras ante tan semejante violencia," lamentó el papa. Evidentemente consternado, el papa preguntaba, "¿Adónde, adónde va el mundo? Hoy lo repito: ¿adónde vamos?" Juan Pablo destacó que "se ha asesinado un obispo de la Iglesia de Dios en el ejercicio de su misión santificadora de la ofrenda de la Eucaristía." Aquí el papa hace incapié a las palabras de la Constitución Dogmática LUMEN GENTIUM, que dice que un obispo ejerce el "supremo sacerdocio" en la celebración de la Eucaristía porque "la participación del cuerpo y sangre de Cristo no hace otra cosa sino que pasemos a ser aquello que recibimos." En muchas reflecciones sobre el tema, Juan Pablo II siempre regresaba a la misma profundización que hizo ese día: "fue impactado en el momento más sagrado, durante la función más alta, más divina."
2. Otro día, el 25 de marzo de 1981, y otro "Angelus." El papa recordó el aniversario. "Ha trascurrido un año desde la trágica muerte del Arzobispo monseñor Romero," dijo Juan Pablo. Aquí lo tildó con una frase que usaría una y otra vez para caracterizar la actuación de Mons. Romero: "el pastor celoso, asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba la santa misa." Juan Pablo tambien presentó a Mons. Romero como un "servidor de la Iglesia," destartalando toda acusación de que el papa alejó a Mons. Romero de la jerarquía de la Iglesia. Añadio el Santo Padre que Mons. Romero "coronó de sangre a su ministerio a favor de los más pobres y marginados." A un año del martirio de Mons. Romero, ya se dislumbra la conclusión que el la Congregación de la Doctrina de la Fe llegaría a emitir en el año 2000 -- "La Comisión ha concluido que Romero no era un obispo revolucionario, sino un hombre de la iglesia, del evangelio y de los pobres."
3. El 6 de marzo de 1983, Juan Pablo visitó la Catedral Metropolitana de San Salvador y se postró ante la Tumba de Mons. Romero. No fue necesario que dijera algo, ya que la foto del papa incado ante la tumba del obispo mártir fue difundida por todo el mundo y esa imagen habló muy claramente sobre el respeto y admiración que el papa debe haber sentido para incarse ante la tumba. Sin embargo, el pontífice tambien emitió una declaración sobre el significado de su visita a Catedral: "Reposan dentro de sus muros los restos mortales de monseñor Oscar Arnulfo Romero, celoso Pastor a quien el amor de Dios y el servicio a los hermanos condujeron hasta la entrega misma de la vida de manera violenta, mientras celebraba el Sacrificio del perdón y reconciliación." Otra vez, el papa reitera que la motivación de Mons. Romero fue "el amor de Dios," un tema que otro papa recogería más de dos decadas despues, cuando Benedicto XVI recalcó ese mismo punto la primera vez que se reunió con los obispos de El Salvador (ver punto número 10).
4. Más tarde, ese mismo día, el papa se dirigió hacia Metro Centro, donde predicó una solemne misa. "¡Cuántos hogares destruidos!," aseveró el pontífice, haciendo una litanía de las lamentaciones de la guerra. "¡Cuántos refugiados, exiliados y desplazados! ¡Cuántos niños huérfanos! ¡Cuántas vidas nobles, inocentes, tronchadas cruel y brutalmente!" Contextualizando la situación de la sociedad entera, se desplazó al tema martirial: "También de sacerdotes, religiosos, religiosas, de fieles servidores de la Iglesia, e incluso de un Pastor celoso y venerado, arzobispo de esta grey, monseñor Oscar Arnulfo Romero." Por tercera vez, el papa presenta a Mons. Romero como el "pastor celoso," tratando de conducir la evolución de la imagen de monseñor por los senderos que lo podrían llevar a la santidad, que el papa ya seguramente presentía, habiendose incado ante su Tumba. Pero aquí Juan Pablo añade una advertencia: "Al recordarlo, pido que su memoria sea siempre respetada y que ningún interés ideológico pretenda instrumentalizar su sacrificio de Pastor entregado a su grey." Esta observación fue adelantada en 1983 -- antes de que se instituyera el proceso de beatificación. Así es que no se puede decir que la insistencia de la Iglesia de no politicizar ha sido un invento ex post facto para desrielar la canonización.
5. Despues, al regresar al Vaticano, el Papa Juan Pablo II reiteró lo que había dicho a los salvadoreños en El Salvador, en sus palabras dirijidas a Roma y al mundo, en su mensaje dominical. El papa mencionó que la guerra civil de El Salvador había "ocasionado ya decenas de millares de víctimas, incluido el arzobispo Oscar Romero." Pero el papa no se conformó con mencionar a Mons. Romero otra vez en la Plaza de San Pedro, sino que subrayó lo que, en su profundizar, era la causa de su muerte y las otras muertes que mencionó. "Las tensiones," dijo el pontífice, "tienen su fuente en las viejas estructuras socio-económicas, en las estructuras injustas que permiten la acumulación de la mayoría de los bienes en manos de una élite poco numerosa, juntamente con la simultánea pobreza y miseria de una enorme mayoría de la sociedad." Así es que es mentira que la Iglesia se opuso a reconocer la injusticia estructural que dio muerte a las "decenas de millares de víctimas, incluido el arzobispo Oscar Romero," en las propias palabras del Santo Padre en esta ocasión.
6. En su segunda visita a El Salvador, Juan Pablo volvió a visitar la Tumba de Mons. Romero en Catedral. Era una ocasión muy distinta a la primera. Había acabado la guerra, y El Salvador se encontraba construyendo la paz. El papa había decaído notablemente en lo físico. La Tumba de Mons. Romero había sido trasladada a la Cripta subterranea de Catedral, de acuerdo a costumbres canónicas. Muchos han renegado que el traslado de la Tumba ha sido como una forma de ocultar o enterrar el recuerdo de Mons. Romero. Pero al papa no le importaron las gradas que tuvo que bajar, ni el esfuerzo que tuvo que ejercer para llegar al sitio. Lo recordó diciendo, "Monseñor Óscar Arnulfo Romero, brutalmente asesinado mientras ofrecía el sacrificio de la Misa y ante cuya tumba recé en mi anterior Visita Pastoral; y ahora voy a rezar de nuevo." Refutó el aseveramiento que la Iglesia quisiera ocultar y olvidar a Romero, declarándose "complacido de que su recuerdo siga vivo entre vosotros." Finalmente, dio un voto muy poco conocido sobre el estatus de santidad de Mons. Romero, diciendo acerca de él y los arzobispos Chávez y Rivera: "Estoy seguro de que ellos interceden por la Iglesia a la que amaron y sirvieron hasta el fin de sus días."
7. Regresando al Vaticano, Juan Pablo volvió a destacar a Mons. Romero en su audiencia semanal ante los peregrinos. Pero además de elogiar a Romero, el papa reconoció de forma inequívoca y positiva el papel de la iglesia martirial de El Salvador: "Allí la Iglesia ha desempeñado un papel decisivo para la reanudación del diálogo y la pacificación, pagando un altísimo precio de sangre." El papa reconoció el estado preeminente entre los mártires salvadoreños de uno en particular: "entre los cuales es muy venerado el arzobispo Oscar Arnulfo Romero." El papa, tratando de guiar el recuerdo de Mons. Romero entre los caminos seguros del derecho canónico (que prohibe rendir culto de forma premadura a un candidato a la santidad) constató que "Cuando se leyó el evangelio de las bienaventuranzas delante de la catedral donde se custodian los restos mortales," esto "reavivó en todos la voluntad de trabajar unidos por la construcción de un mundo más humano." Es como que el mismo papa está atestiguando que el recuerdo de Romero es sano, y no está siendo manipulado para fines partidiarios, sino para el bien común.
II. BENEDICTO XVI
8. Quizá el papa Ratzinger ha sido acusado por la izquierda de estar en contra de Mons. Romero y su teología aún mas agudamente que el papa Wojtyla. Pero Mons. Romero volvió a hacerse presente en la Plaza de San Pedro el 25 de marzo del 2007, cuando el papa puso como ejemplo a "los mártires, que son asesinados a causa del Evangelio." Ahora el papa Benedicto XVI añadió para dar emfasis a su argumento: "Lo subrayo recordando que ayer, 24 de marzo, aniversario del asesinato de monseñor Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, se celebró la Jornada de oración y ayuno por los misioneros mártires." Este pequeño comentario hizo noticia alrededor del mundo, ya que muchos en los medios de comunicación social se habían creido de la tésis que a Ratzinger no le parecía el ejemplo de Romero y que el Vaticano había frenado la causa de su beatificación. El papa subrayó que los mártires son aquellos "obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos asesinados en el cumplimiento de su misión de evangelización y promoción humana." Es notable que no dijo solamente "evangelización" sino que "evangelización y promoción humana."
9. El pontífice "ultra-conservador" concedió la declaración a favor de la causa de beatificación de Mons. Romero más franca y atrevida de todas las declaraciones públicas de los papas que consideramos aquí, cuando declaró, "No tengo duda que Romero como persona merece la beatificación." El papa hizo el comentario a bordo de su avión papal en rumbo a la Conferencia de Aparecida (Brazil) el 9 de mayo del 2007. De hecho el papa hace una síntesis del caracter de Mons. Romero que hasta a los seguidores más comprometidos les costaría superar. Dice el Santo Padre: "Fue ciertamente un gran testigo de la fe. Él fue un hombre de gran virtud cristiana, quien estuvo comprometido a la paz y en contra de la dictadura." Con esa frase, el papa descarta los criticismos más fuertes en contra de la causa. El papa reconoce que Mons. Romero pudo haberse pronunciado en contra del gobierno, "en contra de la dictadura," en las palabras de Benedicto XVI. Pero eso no descarte que fue "un hombre de gran virtud cristiana" -- es más, es el comprobante de que lo fue. "El problema," dice el pontífice, "es que algunas facciones políticas quieren apoderarse de Romero para si mismas, injustamente, como una bandera." Pero no es un "problema" sin solución, porque "la misma persona [de Romero] nos libera de estos atentados injustos."
10. Finalmente, este mismo año, Benedicto XVI completó el círculo, remontandonos a una frase empleada por Juan Pablo II, cuando les comentó a los obispos salvadoreños en visita "ad limina" que Mons. Romero estuvo lleno "de amor de Dios" y que predicaba el Evangelio "con fervor." Esas habían sido las palabras que Juan Pablo II citó el dia en que se incó ante la Tumba de Mons. Romero un cuarto de siglo atrás. (Vease punto no. 3.) Como en una imagen correspondiente a la figura de Juan Pablo ante la Tumba, el Papa Benedicto visitó un templo dedicado a la memoria de los mártires modernos, localizada en la Basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina en el río Tiber de Roma, donde se dice que San Pedro bautizó a los antiguos conversos. Durante su visita, el papa rezó ante un altar dedicado a los mártires de America Latina que conserva una reliquia de Mons. Romero.
No es de negar que en las relaciones entre los papas y Mons. Romero hubieron dificultades y complicaciones que superar. En todas las relaciones humanas, siempre existen mal-entendimientos, dudas, y sospechas que pueden impedir la comprensión entre las personas. Pero si bien es cierto que se debe reconocer que han habido preguntas, tambien se debe reconocer que han habido respuestas, muy positivas y respetuosas entre los papas y Mons. Romero.
Monday, May 12, 2008
ÓSCAR ROMERO and ST. PAUL
In anticipation of the Pauline Year jubilee (from June 28, 2008 to June 29, 2009) to mark the bimillennium celebrations of the birth of the Apostle Paul, Pope Benedict has authorized a special plenary indulgence to those participating in Pauline commemorations. Because of St. Paul's unparalleled status as as Christian writer and spiritual guide, it seems almost pointless to say that Archbishop Romero was influenced by Paul. It is clear that Romero was a great admirer and follower of St. Paul. More than any other Christian writer, St. Paul was the authority that Romero most often cited to confirm his message of the Gospel. Romero called St. Paul "the model of the messengers of the Church" and "a marvelous witness to the Resurrection." Beyond theology and dogma, in St. Paul, Romero found the human story that illuminated Romero's own struggle, and that of his people.
There was -- let us say it -- a correspondence between the Man of Tarsus and the Archbishop of San Salvador. By many interpretations, both men underwent a profound "conversion" that put them on a collision course with earthly power, and on a divine mission to reveal prophetic truth to the followers of Christ. In his modest way, Romero sometimes cast aside the comparisons. "Paul was a bishop like the one that is speaking to you now," Romero preached in an October 1977 sermon pointing to the timeless authority of the Church through its bishops: "naturally, with the enormous difference between his saintliness and my mediocrity." But, at other times, Romero admitted that Paul's greatest strength came from his weakness, as when he called Paul "the valiant Christian who experiences, as a man, human weakness, but who feels within the strength of the faith, the hope that God gives those who trust in Him." (Dec. 1977). Of course, we see that same strength in Romero and, at times, Romero took refuge in the shadow of St. Paul, likening his trips to Rome to bring an accounting to the Pope, the successor of Peter, to St. Paul's trips to Rome to answer to St. Peter himself. Thus, just as St. Paul became the Apostle to the Gentiles, destined to bring the Gospel of Christ to a special audience, so Romero became the prophet of the social doctrine, bringing the Gospel to a special arena of the Church. Nor was it lost on Romero that he was an apostle to formerly pagan lands: "You too, indians of America, are called to participate in the inheritance of Christ." (Jan. 1980.)
Above all, St. Paul gave Romero an object lesson in conversion and reconciliation -- the lesson he was trying to impart upon a country spiraling downward toward civil war. "He who is today a criminal can be tomorrow an apostle." (September 1979.) Romero also realized that the criminal, the persecutor, can be effective as an apostle in ways that only a rehabilitated sinner can be: "St. Paul is a marvelous witness of the Resurrection because, if there ever was aman who would not have wanted to believe in Jesus or the resurrection, it was Saul the persecutor." (Feb. 1980.) This was the secret to reconciliation, because in Romero's Pauline world, "There is room for everyone -- even for the persecutors who, like Saul, are converted to being true apostles of the Gospel." (July 1977.) This Pauline apostleship was for Romero, founded in community, in harmony, and therefore in justice. Christian fellowship required rich and poor to treat each other alike, seeing beyond the economic castes of this world to the ranks of a celestial country beyond this earth (July 1979.) This is ultimately the strength of St. Paul, who can persevere in jail as well as in freedom, because he places his trust and his faith in a greater ground of being, and he can stare down sickness and suffering and death with serenity and courage. (Oct. 1978.)
At Fr. Alfonso Navarro's funeral, Romero invoked the words of St. Paul, "inviting us to be brave, not to be cowards, to live the novelty of the Christian who has seen amongst the evils of the earth, the beauty of God's truth, which it is very dangerous to announce and to proclaim, and from that truth to denounce the injustices, the upheavals, the abuses, which are so dangerous, and which, if he had not spoken, Alfonso Navarro would still be alive. But he is the testimony of what he took from the Gospel and announced: 'Only the truth will set you free'." (May 1979.)
In anticipation of the Pauline Year jubilee (from June 28, 2008 to June 29, 2009) to mark the bimillennium celebrations of the birth of the Apostle Paul, Pope Benedict has authorized a special plenary indulgence to those participating in Pauline commemorations. Because of St. Paul's unparalleled status as as Christian writer and spiritual guide, it seems almost pointless to say that Archbishop Romero was influenced by Paul. It is clear that Romero was a great admirer and follower of St. Paul. More than any other Christian writer, St. Paul was the authority that Romero most often cited to confirm his message of the Gospel. Romero called St. Paul "the model of the messengers of the Church" and "a marvelous witness to the Resurrection." Beyond theology and dogma, in St. Paul, Romero found the human story that illuminated Romero's own struggle, and that of his people.
There was -- let us say it -- a correspondence between the Man of Tarsus and the Archbishop of San Salvador. By many interpretations, both men underwent a profound "conversion" that put them on a collision course with earthly power, and on a divine mission to reveal prophetic truth to the followers of Christ. In his modest way, Romero sometimes cast aside the comparisons. "Paul was a bishop like the one that is speaking to you now," Romero preached in an October 1977 sermon pointing to the timeless authority of the Church through its bishops: "naturally, with the enormous difference between his saintliness and my mediocrity." But, at other times, Romero admitted that Paul's greatest strength came from his weakness, as when he called Paul "the valiant Christian who experiences, as a man, human weakness, but who feels within the strength of the faith, the hope that God gives those who trust in Him." (Dec. 1977). Of course, we see that same strength in Romero and, at times, Romero took refuge in the shadow of St. Paul, likening his trips to Rome to bring an accounting to the Pope, the successor of Peter, to St. Paul's trips to Rome to answer to St. Peter himself. Thus, just as St. Paul became the Apostle to the Gentiles, destined to bring the Gospel of Christ to a special audience, so Romero became the prophet of the social doctrine, bringing the Gospel to a special arena of the Church. Nor was it lost on Romero that he was an apostle to formerly pagan lands: "You too, indians of America, are called to participate in the inheritance of Christ." (Jan. 1980.)
Above all, St. Paul gave Romero an object lesson in conversion and reconciliation -- the lesson he was trying to impart upon a country spiraling downward toward civil war. "He who is today a criminal can be tomorrow an apostle." (September 1979.) Romero also realized that the criminal, the persecutor, can be effective as an apostle in ways that only a rehabilitated sinner can be: "St. Paul is a marvelous witness of the Resurrection because, if there ever was aman who would not have wanted to believe in Jesus or the resurrection, it was Saul the persecutor." (Feb. 1980.) This was the secret to reconciliation, because in Romero's Pauline world, "There is room for everyone -- even for the persecutors who, like Saul, are converted to being true apostles of the Gospel." (July 1977.) This Pauline apostleship was for Romero, founded in community, in harmony, and therefore in justice. Christian fellowship required rich and poor to treat each other alike, seeing beyond the economic castes of this world to the ranks of a celestial country beyond this earth (July 1979.) This is ultimately the strength of St. Paul, who can persevere in jail as well as in freedom, because he places his trust and his faith in a greater ground of being, and he can stare down sickness and suffering and death with serenity and courage. (Oct. 1978.)
At Fr. Alfonso Navarro's funeral, Romero invoked the words of St. Paul, "inviting us to be brave, not to be cowards, to live the novelty of the Christian who has seen amongst the evils of the earth, the beauty of God's truth, which it is very dangerous to announce and to proclaim, and from that truth to denounce the injustices, the upheavals, the abuses, which are so dangerous, and which, if he had not spoken, Alfonso Navarro would still be alive. But he is the testimony of what he took from the Gospel and announced: 'Only the truth will set you free'." (May 1979.)
Sunday, January 13, 2008
PERSPECTIVAS DE BEATIFICACIÓN 2008
Para el 2007 pronosticamos cabalmente en este blog que el año pasado sería «un año de no acción» para la causa de beatificación de Mons. Romero, salve de algunas conmemoraciones que se marcaban el año pasado. El pronóstico resultó correcto, a pesar de que hubieron varios desarrollos positivos en la causa de beatificación. De nuevo este año analizamos de que la posibilidad de una beatificación en el 2008 es baja, pero consideramos que podrán haber avances considerables que hagan ese resultado más probable en los próximos años.
La razón principal que reduce la probilidad de una beatificación este año es la cercanía de la elección presidencial en El Salvador el próximo año, 2009. El peligro de la «politicización» de la figura de Mons. Romero ha sidola preocupación principal en el Vaticano, que ha prolongado el proceso de beatificación de Mons. Romero. Esto fue confirmado por el papa Benedicto XVI en sus comentarios a la prensa en mayo del año pasado en que consideró que «el problema» en la causa de beatificación Romero ha sido «que una parte política lo quería tomar para sí mismo como bandera» partidista, refiriendose a la acusada manipulación de la figura del obispo mártir por la izquierda en El Salvador. Tomando en cuenta esta consideración, es muy evidente que no se podrá gestionar una beatificación con la elección en El Salvador pendiente, mucho menos cuando asuntos políticos relacionados con el caso Romero están en juego, como lo están en El Salvador, con la izquierda política acusando al gobierno de derecha de no cumplir con las recomendaciones por la Corte Internacional de Derechos Humanos en el caso. Lo más prudente en este caso, desde el punto de vista de la Iglesia, sería dejar que estos asuntos se resuelvan, antes de beatificar al que sigue siendo una figura controvertida para algunos sectores de la Iglesia.
Pero si bien es cierto que para el año en curso no hay mucha expectativa, tambien se deben reconocer los puntos positivos que se pueden establecer en el 2008. El primero es el nombramiento de un nuevo Arzobispo de San Salvador, que se espera para este año, despues de la renuncia por razones canónicas del arzobispo actual. El prelado responsable por la diocesis de origen del candidato a la santidad juega un papel inprescindible en el proceso de canonización. En segundo lugar, la elección del nuevo presidente y del nuevo gobierno, tambien tendrá que ver, ya que si el nuevo gobierno es más abierto a la canonización de Mons. Romero, la «politicización» de la cuasa será mucho menor a lo que se puede dar con un gobierno de derecha. Entonces, estos dos procesos, el del nuevo arzobispo y el del nuevo presidente, tendrán algún impacto sobre el proceso de beatificación.
En el ámbito religioso, el elemento de vigilar es la publicación de una nueva esperada encíclica social por el papa Benedicto. Según algunos reportes, esta se espera para el 19 de marzo, escasamente cinco dias antes del aniversario de Mons. Romero. El año pasado, Benedicto recordó el aniversario de Mons. Romero cuando este coincidió con su oración del «Angelus» del 25 de marzo. En sus cartas encíclicas anteriores, Benedicto tambien ha reconocido a obispos destacados en el tema que estas trataban. Por ejemplo, en «Deus Caritas Est», el santo padre reconoció a obispos progresivos que habían estado al vanguardia del tema social cuando la jerarquía no habia registrado el problema. Escribía el papa: «Se debe admitir que los representantes de la Iglesia percibieron sólo lentamente que el problema de la estructura justa de la sociedad se planteaba de un modo nuevo. No faltaron pioneros: uno de ellos, por ejemplo, fue el Obispo Ketteler de Maguncia». El santo padre escribía esto como un dato de fondo, recalcando la historia de la doctrina social en sus orígenes en el siglo XIX. Será interesante ver que dirá el santo padre sobre la situación actual o reciente, en que otros autores siempre han reconocido el papel importante de Mons. Romero.
Para el 2007 pronosticamos cabalmente en este blog que el año pasado sería «un año de no acción» para la causa de beatificación de Mons. Romero, salve de algunas conmemoraciones que se marcaban el año pasado. El pronóstico resultó correcto, a pesar de que hubieron varios desarrollos positivos en la causa de beatificación. De nuevo este año analizamos de que la posibilidad de una beatificación en el 2008 es baja, pero consideramos que podrán haber avances considerables que hagan ese resultado más probable en los próximos años.
La razón principal que reduce la probilidad de una beatificación este año es la cercanía de la elección presidencial en El Salvador el próximo año, 2009. El peligro de la «politicización» de la figura de Mons. Romero ha sidola preocupación principal en el Vaticano, que ha prolongado el proceso de beatificación de Mons. Romero. Esto fue confirmado por el papa Benedicto XVI en sus comentarios a la prensa en mayo del año pasado en que consideró que «el problema» en la causa de beatificación Romero ha sido «que una parte política lo quería tomar para sí mismo como bandera» partidista, refiriendose a la acusada manipulación de la figura del obispo mártir por la izquierda en El Salvador. Tomando en cuenta esta consideración, es muy evidente que no se podrá gestionar una beatificación con la elección en El Salvador pendiente, mucho menos cuando asuntos políticos relacionados con el caso Romero están en juego, como lo están en El Salvador, con la izquierda política acusando al gobierno de derecha de no cumplir con las recomendaciones por la Corte Internacional de Derechos Humanos en el caso. Lo más prudente en este caso, desde el punto de vista de la Iglesia, sería dejar que estos asuntos se resuelvan, antes de beatificar al que sigue siendo una figura controvertida para algunos sectores de la Iglesia.
Pero si bien es cierto que para el año en curso no hay mucha expectativa, tambien se deben reconocer los puntos positivos que se pueden establecer en el 2008. El primero es el nombramiento de un nuevo Arzobispo de San Salvador, que se espera para este año, despues de la renuncia por razones canónicas del arzobispo actual. El prelado responsable por la diocesis de origen del candidato a la santidad juega un papel inprescindible en el proceso de canonización. En segundo lugar, la elección del nuevo presidente y del nuevo gobierno, tambien tendrá que ver, ya que si el nuevo gobierno es más abierto a la canonización de Mons. Romero, la «politicización» de la cuasa será mucho menor a lo que se puede dar con un gobierno de derecha. Entonces, estos dos procesos, el del nuevo arzobispo y el del nuevo presidente, tendrán algún impacto sobre el proceso de beatificación.
En el ámbito religioso, el elemento de vigilar es la publicación de una nueva esperada encíclica social por el papa Benedicto. Según algunos reportes, esta se espera para el 19 de marzo, escasamente cinco dias antes del aniversario de Mons. Romero. El año pasado, Benedicto recordó el aniversario de Mons. Romero cuando este coincidió con su oración del «Angelus» del 25 de marzo. En sus cartas encíclicas anteriores, Benedicto tambien ha reconocido a obispos destacados en el tema que estas trataban. Por ejemplo, en «Deus Caritas Est», el santo padre reconoció a obispos progresivos que habían estado al vanguardia del tema social cuando la jerarquía no habia registrado el problema. Escribía el papa: «Se debe admitir que los representantes de la Iglesia percibieron sólo lentamente que el problema de la estructura justa de la sociedad se planteaba de un modo nuevo. No faltaron pioneros: uno de ellos, por ejemplo, fue el Obispo Ketteler de Maguncia». El santo padre escribía esto como un dato de fondo, recalcando la historia de la doctrina social en sus orígenes en el siglo XIX. Será interesante ver que dirá el santo padre sobre la situación actual o reciente, en que otros autores siempre han reconocido el papel importante de Mons. Romero.
Monday, January 07, 2008
TOP ROMERO STORIES OF 2007
As a tribute to Archbishop Romero's prediction that, "If they kill me, I shall arise in the Salvadoran people," here is a recap Romero's presence in El Salvador and elsewhere, during the recently concluded year.
1. Pope Benedict tells the press, "That Romero as a person merits beatification, I have no doubt." Although the statement was later revised and finessed by the Vatican to ensure due deference to the Congregation for the Causes of Saints, Benedict's unedited, off-the-cuff statement reveals that the Church, at its highest echelons, sees Romero much like the rest of the Christian faithful regard him. The Pope also said, that Romero "was certainly a great witness to the faith. He was a man of great Christian virtue, who was committed to peace and against the dictatorship." The significance of the final point has not been commented on, but the Pontiff here acknowledges that the Salvadoran government at the time was a "dictatorship," and that Romero's opposition to it was consistent with "great Christian virtue." More: click here.
2. OAS Controversy: Tutela Legal puts the Salvadoran government to task over El Salvador's lack of compliance with recommendations by the human rights tribunal of the Organization of American States calling for investigation and reparations for Archbishop Romero's assassination. In the October hearing on the matter, the parties revealed that the government had been holding secret negotiations with the Archdiocese of San Salvador over the matter. This revelation lead to a great outcry. Archbishop Sáenz placated the controversy by assuring broad consultations with civil society and not some secret deal. He quietly fired his lawyer, who was not so quiet in his departure. The fallout from the unresolved assassination also pulled the plug on attempts to bestow legislative honors on the man believed to have ordered the murder, with former U.S. Ambassador Robert White urging Salvadorans to demand accountability from the ruling party, founded by the presumed mastermind of the crime. More: click here.
3. Tony Saca and Hugo Chávez agree on one thing -- that Romero deserves to be recognized. The Salvadoran government announced that it would lobby the Vatican for the beatification of Archbishop Romero. Although the move was criticized as a cynical ploy to avoid having to comply with OAS recommendations to investigate and prosecute the case (see story No. 1), it was the first time the Salvadoran state had made a public statement to acknowledge the special place in its history Archbishop Romero holds. It was also, as far as we could tell, the first time ANY government would intervene formally in a canonization case. Not to be outdone, the government of Venezuela hosted a theological conference and opened a website dedicated to Romero. A skeptic there might question why the Chávez regime would care about the Salvadoran cleric, when it has such lousy relations with El Salvador and with the Catholic Church. Or, perhaps there is the intented rub. More: click here and here.
4. Pope Benedict recalls Archbishop Romero during his March 25 "Angelus" prayer. The second time Benedict XVI evoked Archbishop Romero last year was the day after the anniversary of Romero's death. The date -- March 24 -- has been widely adopted by the Church for its commemoration of its "Missionary Martyrs," an off-the-liturgical-calendar-holiday that has spread from Europe to Asia, and many places where it has been taken up with Evangelical zeal. This is literally true, as in modern times, as in the early days of Christianity, "martyrs are the seeds of the Church." The Pope's invocation of Archbishop Romero in St. Peter's Square was the not the first time a pope would cite Archbishop Romero in his official remarks to pilgrims at the Vatican. Pope John Paul did so in 1980, 1981, 1982, and 1996. Pope Benedict's reference was correctly interpreted as a signal that the Vatican continues to hold Romero in very high regard. More: click here.
5. Óscar Romero, ¡presente! -- at the Latin American Bishops' Conference in Aparecida. Although the bickering Salvadoran bishops did not elect Archbishop Romero to attend the CELAM conference in 1979, Archbishop Romero's presence has been felt at every gathering of the continent's bishops since Puebla. At the May meeting in Brazil, Romero was cited by none other than his successor, the retiring Archbishop Sáenz. Other bishops also brought up Romero, and even took up a furtive bid to have Romero mentioned in the final document. Msgr. Jesús Delgado and other members of the Salvadoran delegation also kept Romero's name in the air in the hallways of Aparecida. Although there was no dramatic acclamation, the conference that began with the press reporting the Pope's belief that Romero "merits beatification" (see story No. 1), appeared to ratify much of Romero's pastoral approach, in light of the social doctrine of the Church and its "preferential option for the poor." More: click here and here.
6. British Catholics launch the Archbishop Romero Trust. Dedicated by the Catholics, Cardinal Cormac Murphy O'Connor, Cardinal Keith O'Brien, Archbishop Diarmuid Martin, and Anglican Archbishops Rowan Williams and John Sentamu, the Trust was established "to promote knowledge and awareness of the life and work of Archbishop Romero, to commemorate the anniversary of his death annually, and to provide support to human rights and justice initiatives in Latin America." In March, London became the second major European capital where Romero's martyrdom will be formally commemorated with an annual mass (it is already commemorated in Rome by Catholic charities activists like the Londoners involved in the Trust). The Trust also produced an audio report that was aired on Vatican Radio. More: click here and here.
7. High ranking Church officials have continued to praise Archbishop Romero's saintly qualities. In February, this blog named "Doce Cardenales Simpatizantes" -- "Twelve Sympathetic Cardinals," who had endorsed Archbishop Romero's canonization cause or recognized his martyrdom. The list was based on published materials and may not include ALL the cardinals with such beliefs but, nonetheless, the group would represent a significant group in the College of Cardinals. Leading clerics continued to join the litany of the sainthood supporters. Archbishop Paolo Romeo of Palermo stated that "`hatred of the faith' (the legal requirement for martyrdom) was obvious" in Romero's beatification cause. Even across denominational divides, the Archbishop of York John Sentamu quoted Romero in his homilies and took to wearing a Salvadoran cross (see also story No. 6). More: click here and here.
8. Archbishop Romero's name continued to be synonymous with heroic acts of conscience in awards set up in his name. Shanti Sellz and Daniel Strauss and the immigration activist group No More Deaths took the prestigious Oscar Romero Award for Human Rights awarded by the Houston-based Rothko Chapel, a church that advocates for human rights. Previous recipients include Sister Diana Ortiz, the American nun who was tortured in Guatemala. At Boston College in Massachussets, Genoveva Abreu was named as the Oscar Romero Scholarship recipient. For several years running, BC has been awarding the Romero Scholarship to students who demonstrate altruistic merit by their community service or interest in human rights. At long last, an "Oscar" we can all strive to win? More: click here and here.
9. British expert to preserve Romero vestments. From now on, the vestments that Archbishop Romero was wearing on March 24, 1980, when an assassin's bullet cut him down at the altar, will no longer hang in a common clotheshanger in a glass case. Instead, the relics will be displayed in a way that exhibits the precious garments to the faithful AND preserves their integrity for generations to come. Jan Graffius, a preservation expert from Stonyhurst College in England, came down to San Salvador as part of the outreach of the newly formed Romero Trust (see also story No. 6). "Handling and examining these vestments was an emotional experience and a great responsibility," said Ms. Graffius. "If, as is expected, Monseñor Romero is beatified in the near future, the hospital will become an even more important centre of pilgrimage than it is at present." More: click here.
10. New 'martyrology' of Salvadoran Church. The Salvadoran Church published a new softcover volume (in Spanish) entitled "Testigos de la Fe en El Salvador" ("Witnesses of the Faith in El Salvador"), featuring the stories of ten priests killed in El Salvador and Archbishop Romero. The book, published extra-officially by a group of priests and distributed through all the parishes, is in part a response to John Paul II's Jubilee call to memorialize local martyrs, whether or not they have been recognized by officialdom. John Paul himself led a ceremony in the Colosseum in Rome (site of ancient persecutions) in the year 2000 in which Archbishop Romero was memorialized, together with all the "witnesses of the faith" of the 20th century. More: click here.
As a tribute to Archbishop Romero's prediction that, "If they kill me, I shall arise in the Salvadoran people," here is a recap Romero's presence in El Salvador and elsewhere, during the recently concluded year.
1. Pope Benedict tells the press, "That Romero as a person merits beatification, I have no doubt." Although the statement was later revised and finessed by the Vatican to ensure due deference to the Congregation for the Causes of Saints, Benedict's unedited, off-the-cuff statement reveals that the Church, at its highest echelons, sees Romero much like the rest of the Christian faithful regard him. The Pope also said, that Romero "was certainly a great witness to the faith. He was a man of great Christian virtue, who was committed to peace and against the dictatorship." The significance of the final point has not been commented on, but the Pontiff here acknowledges that the Salvadoran government at the time was a "dictatorship," and that Romero's opposition to it was consistent with "great Christian virtue." More: click here.
2. OAS Controversy: Tutela Legal puts the Salvadoran government to task over El Salvador's lack of compliance with recommendations by the human rights tribunal of the Organization of American States calling for investigation and reparations for Archbishop Romero's assassination. In the October hearing on the matter, the parties revealed that the government had been holding secret negotiations with the Archdiocese of San Salvador over the matter. This revelation lead to a great outcry. Archbishop Sáenz placated the controversy by assuring broad consultations with civil society and not some secret deal. He quietly fired his lawyer, who was not so quiet in his departure. The fallout from the unresolved assassination also pulled the plug on attempts to bestow legislative honors on the man believed to have ordered the murder, with former U.S. Ambassador Robert White urging Salvadorans to demand accountability from the ruling party, founded by the presumed mastermind of the crime. More: click here.
3. Tony Saca and Hugo Chávez agree on one thing -- that Romero deserves to be recognized. The Salvadoran government announced that it would lobby the Vatican for the beatification of Archbishop Romero. Although the move was criticized as a cynical ploy to avoid having to comply with OAS recommendations to investigate and prosecute the case (see story No. 1), it was the first time the Salvadoran state had made a public statement to acknowledge the special place in its history Archbishop Romero holds. It was also, as far as we could tell, the first time ANY government would intervene formally in a canonization case. Not to be outdone, the government of Venezuela hosted a theological conference and opened a website dedicated to Romero. A skeptic there might question why the Chávez regime would care about the Salvadoran cleric, when it has such lousy relations with El Salvador and with the Catholic Church. Or, perhaps there is the intented rub. More: click here and here.
4. Pope Benedict recalls Archbishop Romero during his March 25 "Angelus" prayer. The second time Benedict XVI evoked Archbishop Romero last year was the day after the anniversary of Romero's death. The date -- March 24 -- has been widely adopted by the Church for its commemoration of its "Missionary Martyrs," an off-the-liturgical-calendar-holiday that has spread from Europe to Asia, and many places where it has been taken up with Evangelical zeal. This is literally true, as in modern times, as in the early days of Christianity, "martyrs are the seeds of the Church." The Pope's invocation of Archbishop Romero in St. Peter's Square was the not the first time a pope would cite Archbishop Romero in his official remarks to pilgrims at the Vatican. Pope John Paul did so in 1980, 1981, 1982, and 1996. Pope Benedict's reference was correctly interpreted as a signal that the Vatican continues to hold Romero in very high regard. More: click here.
5. Óscar Romero, ¡presente! -- at the Latin American Bishops' Conference in Aparecida. Although the bickering Salvadoran bishops did not elect Archbishop Romero to attend the CELAM conference in 1979, Archbishop Romero's presence has been felt at every gathering of the continent's bishops since Puebla. At the May meeting in Brazil, Romero was cited by none other than his successor, the retiring Archbishop Sáenz. Other bishops also brought up Romero, and even took up a furtive bid to have Romero mentioned in the final document. Msgr. Jesús Delgado and other members of the Salvadoran delegation also kept Romero's name in the air in the hallways of Aparecida. Although there was no dramatic acclamation, the conference that began with the press reporting the Pope's belief that Romero "merits beatification" (see story No. 1), appeared to ratify much of Romero's pastoral approach, in light of the social doctrine of the Church and its "preferential option for the poor." More: click here and here.
6. British Catholics launch the Archbishop Romero Trust. Dedicated by the Catholics, Cardinal Cormac Murphy O'Connor, Cardinal Keith O'Brien, Archbishop Diarmuid Martin, and Anglican Archbishops Rowan Williams and John Sentamu, the Trust was established "to promote knowledge and awareness of the life and work of Archbishop Romero, to commemorate the anniversary of his death annually, and to provide support to human rights and justice initiatives in Latin America." In March, London became the second major European capital where Romero's martyrdom will be formally commemorated with an annual mass (it is already commemorated in Rome by Catholic charities activists like the Londoners involved in the Trust). The Trust also produced an audio report that was aired on Vatican Radio. More: click here and here.
7. High ranking Church officials have continued to praise Archbishop Romero's saintly qualities. In February, this blog named "Doce Cardenales Simpatizantes" -- "Twelve Sympathetic Cardinals," who had endorsed Archbishop Romero's canonization cause or recognized his martyrdom. The list was based on published materials and may not include ALL the cardinals with such beliefs but, nonetheless, the group would represent a significant group in the College of Cardinals. Leading clerics continued to join the litany of the sainthood supporters. Archbishop Paolo Romeo of Palermo stated that "`hatred of the faith' (the legal requirement for martyrdom) was obvious" in Romero's beatification cause. Even across denominational divides, the Archbishop of York John Sentamu quoted Romero in his homilies and took to wearing a Salvadoran cross (see also story No. 6). More: click here and here.
8. Archbishop Romero's name continued to be synonymous with heroic acts of conscience in awards set up in his name. Shanti Sellz and Daniel Strauss and the immigration activist group No More Deaths took the prestigious Oscar Romero Award for Human Rights awarded by the Houston-based Rothko Chapel, a church that advocates for human rights. Previous recipients include Sister Diana Ortiz, the American nun who was tortured in Guatemala. At Boston College in Massachussets, Genoveva Abreu was named as the Oscar Romero Scholarship recipient. For several years running, BC has been awarding the Romero Scholarship to students who demonstrate altruistic merit by their community service or interest in human rights. At long last, an "Oscar" we can all strive to win? More: click here and here.
9. British expert to preserve Romero vestments. From now on, the vestments that Archbishop Romero was wearing on March 24, 1980, when an assassin's bullet cut him down at the altar, will no longer hang in a common clotheshanger in a glass case. Instead, the relics will be displayed in a way that exhibits the precious garments to the faithful AND preserves their integrity for generations to come. Jan Graffius, a preservation expert from Stonyhurst College in England, came down to San Salvador as part of the outreach of the newly formed Romero Trust (see also story No. 6). "Handling and examining these vestments was an emotional experience and a great responsibility," said Ms. Graffius. "If, as is expected, Monseñor Romero is beatified in the near future, the hospital will become an even more important centre of pilgrimage than it is at present." More: click here.
10. New 'martyrology' of Salvadoran Church. The Salvadoran Church published a new softcover volume (in Spanish) entitled "Testigos de la Fe en El Salvador" ("Witnesses of the Faith in El Salvador"), featuring the stories of ten priests killed in El Salvador and Archbishop Romero. The book, published extra-officially by a group of priests and distributed through all the parishes, is in part a response to John Paul II's Jubilee call to memorialize local martyrs, whether or not they have been recognized by officialdom. John Paul himself led a ceremony in the Colosseum in Rome (site of ancient persecutions) in the year 2000 in which Archbishop Romero was memorialized, together with all the "witnesses of the faith" of the 20th century. More: click here.
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