AÑO
JUBILAR por el CENTENARIO del BEATO ROMERO, 2016 — 2017:
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Los obispos nicaragüenses lideran movimiento popular. |
#BeatoRomero #Beatificación
Mientras la
Iglesia Universal espera la fecha de la canonización de Mons. Óscar A. Romero,
el obispo mártir que fue un día acusado de inmiscuir en la política, varias
iglesias americanas han retomado un papel propositivo en la política de sus
respectivas naciones, desde Argentina y la política del aborto hasta Estados
Unidos y la política migratoria de Donald Trump. La tendencia ha surgido no solo en una
coyuntura reivindicativa de Romero, sino también de un papa—Francisco—que exige
mayor compromiso de sus pastores. Los clérigos destacados en lo que sigue, no solo van tras los pasos de Romero; sino que todos reconocen ser inspirados por él en sus luchas, y no les importa inclinarse por izquierdas (El Salv., EEUU) o por derechas (Nica., Arg.) en sus actuaciones.
Nicaragua
Quizá no hay
mejor ejemplo de la Iglesia romeriana que la conferencia episcopal de
Nicaragua, liderada por el Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua y el
auxiliar audaz, Mons. Silvio Báez, frecuentemente comparado con Romero, y cuyos
admiradores han juramentado su defensa y protección. La conferencia entera ha tomado el liderazgo
en la sociedad nicaragüense para negociar la separación del poder del hombre
fuerte Daniel Ortega, exlíder sandinista que llegó al poder inicialmente para
remover la dictadura de Anastasio Somoza en los años 70 y ahora es acusado de
querer imponer su propia dinastía familiar.
El poder de convocatoria
de la Iglesia Nica se hizo entender cuando sus manifestaciones inundaron las
calles de Managua con un despliegue de pueblo que hizo pensar en el “People Power” de Corazón Aquino en
contra de Ferdinand Marcos en las Filipinas de los años 80. Como ya mencionado, el obispo auxiliar es una
figura romeriana y de hecho un admirador abierto del obispo mártir del país
vecino (El Salvador borda con Nicaragua).
En varias ocasiones, los obispos Nicas han aludido a Romero en sus declaraciones
y la sombra de Romero nunca está lejos de sus pronunciamientos y actuaciones.
Mons. Silvio
Báez cita a Romero como un punto de referencia para la Iglesia centroamericana para
los tiempos contemporáneos. Le dijo
a Religión Digital: “Yo le tengo
miedo a una Iglesia que no tiene profetas, pero pobre de quienes el Señor llama
a ser profetas dentro de la Iglesia, porque los profetas son inoportunos, son
incómodos, también dentro de la iglesia", recordando que, en su
momento, Romero fue perseguido e incomprendido.
El Salvador
En la tierra del
Beato Romero habría de esperarse que el episcopado recoja su ejemplo. Pero no siempre ha sido así. De hecho, cuando el Papa Francisco aludió
a que el martirio de Romero fue prolongado “incluso
por hermanos suyos en el sacerdocio y en el episcopado”, muchos lo tomaron
como una reprimenda en contra los obispos salvadoreños (aunque yo, no). Sin embargo, el sucesor
de Romero, Mons. José Luis Escobar Alas se ha convertido en un verdadero
activista, yendo hasta inscribir piezas de legislación favorecidas por la
Iglesia, en contra de la privatización del agua este año y en contra la
admisión de la minería metálica el año pasado, liderando una marcha hasta la
asamblea legislativa para ese propósito.
Las
exhortaciones del arzobispo atrajeron las severas críticas del conservadurismo,
cuando el ex presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP),
Jorge Daboub, arremetió contra Escobar Alas en Twitter. “Jamás
había visto tanta falta de información, ceguera selectiva e influencia
ideológica equivocada en la iglesia católica desde la época de la guerra”,
manifestó el férreo defensor de los intereses comerciales. Mencionar las
posiciones de la Iglesia en “la época de
la guerra”, es una obvia alusión a Mons. Romero sin querer mencionar su
nombre—que debe ser un gran homenaje para el actual arzobispo.
Argentina
En la tierra del
Papa Francisco, los “curas villeros” han retomado el esfuerzo heroico de querer
detener la legalización del aborto. Uno
de ellos, quizá el más cercano al entonces Arzobispo Mario Bergoglio, el P. José
María “Pepe” di Paola, ha citado a Romero en una comparecencia ante el
congreso.
“En América Latina resuena el famoso grito de
«No Matarás» de monseñor Romero”—recordó
di Paola en su discurso—“cuando exhortaba a los militares a no reprimir a su
propio pueblo.” Pero di Paola señaló que
no se limitaba a esa circunstancia, sino que “lo dirigía también contra 'ese
inmenso mar de ignominia que mata en las entrañas de la madre' (palabras de Romero)”. Continuó di Paola:
“Con el mismo fervor, en una homilía del 18 de marzo de 1979, un año antes de
ser asesinado, Romero agregaba: 'Si sentimos la represión porque nos matan a
jóvenes y gente que ya es grande, lo mismo es quitar la vida en las entrañas de
la mujer. También el niño en las entrañas es un hombre que con el aborto es
asesinado'.”
Según di Paola,
el Fondo Monetario Internacional y sus precondiciones para que los países
pobres reciban financiamiento, “terminaron
con la vida de monseñor Romero y de muchos niños en nuestra América.
Especialmente nuestra América más profunda, la silenciada”.
Estados Unidos
En la gran
nación del norte, los obispos han levantado sus voces en contra de las
políticas migratorias de Donald J. Trump, y entre el coro de protestas que han
elevado destacan varias voces romerianas.
Quizá el más sobresaliente de estos es el Arzobispo de Los Ángeles,
Mons. Jose H. Gómez, cuyo perfil recuerda los antecedentes de Romero. Ligado al Opus Dei, Gómez no se ajusta al
molde de un activista. Según el comentarista
Thomas J. Reese, S.J., entrevistado
por el LA Times, Gómez es un “pastor
clásico”, de bajo perfil, “una
persona cálida, agradable, quiere acompañar a su gente”.
Sin embargo,
Gómez ha expandido su defensa de los migrantes, haciendo una peregrinación a la
frontera México-EEUU, y celebrando misas en su catedral dedicadas a las
familias migrantes. “En la Iglesia”, dijo
Gómez en su homilía pro-migrantes a finales de junio, “somos el pueblo de Dios, su familia. Él nos da el deber de cuidarnos
unos a otros. Él nos llama a hablar en contra de la injusticia, a corregir las
cosas bien cuando están equivocadas”.
Según el LA
Times, Gómez “juega un papel
indispensable” en la Iglesia respecto al tema migratorio, y “sería un gran error subestimar la influencia
de Gómez”. Tambien sería un error
pasar por alto la devoción que Gómez tiene por el Beato Romero, a quien ha
dedicado varios misas en la Catedral de Los Ángeles. En una Eucaristía por el Centenario de Romero
en 2017, Gómez declaró
que Romero lo inspiraba a trabajar por los migrantes: “En nombre del Beato Óscar”, dijo el prelado, “sigamos trabajando con empeño por la reforma migratoria, para mantener
a nuestras familias unidas, para lograr derechos para nuestros trabajadores y
para despejarles el camino para llegar a convertirse en nuevos ciudadanos de
esta gran tierra en la que vivimos”.
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La consigna que
antes se miraba en pintas por El Salvador—“Romero Vive”—ahora parece encarnarse
más y más en su Iglesia.
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