BEATIFICACIÓN
DE MONSEÑOR ROMERO, 23 DE MAYO DEL 2015
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Imágenes de la Arquidiócesis de San Salvador y TvCA39 |
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Con un acto
protocolario a las 10 de la mañana de este pasado martes 16 de agosto en el
Arzobispado de San Salvador, se clausuró la fase diocesana de la causa de canonización
del P. Rutilio Grande García, S.J., quien se perfila para convertirse en el próximo
mártir salvadoreño a ser reconocido por la Iglesia como tal y llevado a los
altares. El proceso de canonización del Padre Grande ahora pasa a Roma, donde
será gestionado por la orden de los jesuitas.
La ceremonia de
clausura se llevó a cabo ante la alta jerarquía de la Iglesia salvadoreña,
incluyendo el Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, el
Nuncio Apostólico León Kalenga, varios obispos y otros miembros del clero y de
la sociedad, incluyendo el teólogo jesuita vasco-salvadoreño Jon Sobrino. Al inicio de la ceremonia, Mons. Rafael
Urrutia, el sacerdote que lideró las diligencias, informó que la Iglesia había
pensado terminar sus investigaciones el pasado noviembre, pero que el fortuito descubrimiento
de testigos declarantes a favor de la causa en California por la intervención
del ahora Obispo de Santiago de María, Mons. William Iraheta, hizo necesario
postergar la fecha de la clausura.
En la ceremonia
en que se dio lectura a las cartas de trámite incluidas en la documentación que
será enviada a Roma, se puso en evidencia los dramáticos efectos de la pos
guerra que han dificultado la investigación del asesinato del sacerdote por
intereses poderosos en el país. Tanto el
juez delegado del proceso, el P. Héctor Figueroa, como el promotor de justicia,
el P. Efraín Villalobos, aseguraron que fue difícil encontrar testigos
declarantes entre los laicos de la región de Aguilares, donde ejerció su
ministerio el sacerdote mártir entre los campesinos desprotegidos de ese sector
mayormente agrícola porque estos aún sienten miedo.
Uno de los
puntos resaltantes del acto fue el nombramiento del Pbro. Edwin Henríquez como
portador de la causa a Roma. Henríquez es
un sacerdote diocesano que asesora al arzobispado en temas de comunicaciones y
ha sido segundo vice-postulador de la causa.
Le compite a Henríquez entregar la documentación al padre Anton Witwer,
postulador General de los Jesuitas.
Durante la ceremonia, la abogada Nancy Beatriz Henríquez, una de las
notarias del proceso, selló minuciosamente los paquetes de documentación a ser
enviados.
No obstante las
dificultades, el proceso diocesano ha progresado con celeridad. La apertura del proceso fue anunciada
por el Arzobispo Escobar en marzo del 2014.
En septiembre del siguiente año, se reveló
que los jesuitas se harían cargo de la causa, señalando interés a nivel de
iglesia global por el caso. Este julio
pasado, Mons. Vincenzo Paglia, postulador de la causa Romero, comentó
sobre la posibilidad de una vía rápida para el jesuita: “esperamos que pueda avanzar con mayor rapidez el proceso del padre
Rutilio Grande”.
De ser así, El
Salvador podría pronto tener otro Beato.
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