BEATIFICACIÓN
DE MONSEÑOR ROMERO, 23 DE MAYO DEL 2015
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Una última
reflexión después de venerar las reliquias del Beato Óscar A. Romero junto a
las de los santos ingleses, Tomás Moro y John Fisher, en la catedral de Los
Ángeles, contabiliza lo que podemos aprender de los compañeros mártires. Tomás
Moro y Fisher fueron ejecutados a sólo semanas de diferencia en 1535, ambos por
el rey Enrique VIII, debido a la oposición de ellos a la creación de Henry de
una Iglesia en ruptura para obtener un divorcio sin el permiso de Roma. La
situación plantea inmediatamente una analogía con el Beato Romero y el P. Rutilio
Grande, cuyas muertes fueron igualmente no simultáneas, pero todavía se
consideran estar estrechamente vinculadas en el marco del conflicto
Iglesia-Estado salvadoreño.
Tan
estrechamente ligados estuvieron Tomás Moro y John Fisher que fueron
beatificados juntos por el Papa León XIII en 1886, y también canonizados juntos
por el Papa Pío XI en 1935. Los dos comparten una fiesta, tanto en el
calendario Católico como el anglicano. El catolicismo conmemora los dos
Santos, el 22 de junio—el aniversario del martirio de Fisher; el mundo
anglicano observa el memorial el 6 de julio—el aniversario de la muerte de Moro.
La vinculación entre la santidad de Fisher y Moro nos hace pensar en la campaña
en la Iglesia Salvadoreña por canonizar a Romero y beatificar a Grande en una
sola ceremonia.
En términos
más generales, la vinculación entre More y Fisher recuerda el enfoque
conceptual para el martirio de Romero y Grande. Según revelado en la «Positio super martyrio» de Romero, el
martirio del arzobispo fue establecido al comprobar tres puntos relacionados: (1)
hubo persecución en El Salvador; (2) su violencia fue dirigida hacia miembros
de la Iglesia; (3) la misma persecución agredió a Mons. Romero. «Positio»,
capítulo XX. Para establecer que Grande es un mártir, el mismo argumento
debería funcionar. En efecto, los puntos (1) y (2) serán los mismos para Grande
que fueron para Romero, y que ya se han establecido. Lo único que los postuladores
de Grande tendrán que establecer es el punto (3), que la misma persecución alcanzó
a Grande, sustituyendo esencialmente el nombre de Grande por el de Romero (y haciendo
la proyección de hechos correspondiente).
En el momento
de su ejecución, hubo muchos paralelismos entre el martirio de Fisher y el de
San Juan Bautista, que fue ejecutado por el rey Herodes Antipas por impugnar la
validez del matrimonio de Herodes con la ex esposa divorciada de su hermano,
Herodías. Oportunamente, muchos han trazado paralelos similares entre San Juan
Bautista y el jesuita salvadoreño, Rutilio Grande. Esas comparaciones se han
hecho en relación a Romero, para quien Grande se dice haber sido un profeta
precursor (como el Bautista lo fue para Cristo).
Estos
compañeros mártires también nos muestran que Jesús envía a sus discípulos “de dos en dos” (Marcos 6, 7).
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