Cuando el Papa Francisco visitó la favela de Varginha (Manguinhos) durante su viaje de la JMJ en Brasil, los despachos noticieros informaron que el campo de fútbol en la favela de Río
donde el Papa se reunió con los habitantes presentaba “una enorme pintura del Arzobispo Oscar Romero de San Salvador” y
tanto el periódico oficial del Vaticano y la prensa salvadoreña informó sobre ese
detalle. La historia detrás de cómo la “Pintura
Gigante de Mons. Romero” llegó a Río nos dice mucho sobre el fenómeno de la
Jornada Mundial de la Juventud, como sobre la persistencia inspirada por la
devoción a Monseñor Romero entre los artistas que la pintaron.
Súper Martyrio dio con el artista responsable por la pintura, el salvadoreño Josué
Villalta, que todavía estaba en Río, tomando el sol en la gloria de una misión
de largo plazo, finalmente cumplida. Su impulso para crear la “Pintura Gigante de Mons. Romero” y traer
a Romero al Día Mundial de la Juventud se remonta a más de diez años, y su
capacidad de finalmente llevarlo a cabo demuestra cómo la tenacidad y la
determinación pueden llevar a una causa desvalida a triunfar al final. Villalta
creó una bandera de Mons. Romero enviada a la JMJ de 2002 en Toronto, Canadá.
El tamaño de esa bandera, de 4x4 metros, parecía impresionante en las calles de
San Salvador. Por desgracia, quedó totalmente abarrotada en un mar de banderas
en el espectáculo de imágenes y sonidos que es el moderno Día Mundial de la
Juventud.
Sin desanimarse, Villalta y su
equipo de jóvenes pintores salvadoreños se propuso crear la pintura más grande
de Romero en el mundo entero. Villalta cumplió, con la “Pintura Gigante de Mons. Romero”, que mide 15m x 20m y pesa unos 115
kg. No es sólo la pintura más grande de Mons. Romero, pero una de las pinturas
más grandes en el mundo, y punto, de acuerdo con Villalta y su equipo. Pintado
entre febrero y marzo del 2005, el cuadro fue completado en un período de
aproximadamente 8 Semanas. Villalta amplió
una fotografía existente de Romero, cortándola en cuadrantes, y asignó a los
miembros del equipo la responsabilidad de pintar los cuadrantes individuales a
escala gigante, mientras que él supervisaba el proceso desde arriba en andamios.
El proceso de la pintura, e incluso del doblado y del empaque, de una pieza tan grande fue
improvisado—y documentado—por el equipo.
Sin embargo, la capacidad de
hacer noticia con su obra los eludiría por varios años. Primero, la Pintura
Gigante de Mons. Romero lució sobre la fachada de la Catedral de San Salvador
en ocasión del 25° aniversario del asesinato de Mons. Romero en 2005. Sin
embargo, el Papa Juan Pablo II murió el día que el cuadro fue colgado, dejando
completamente sin aire los esfuerzos de obtener cobertura de prensa para la exhibición
de la obra. Sin desmayarse, el equipo fijó su mira en el Día Mundial de la
Juventud con el Papa Benedicto XVI, en Colonia, Alemania, ese mismo año. La
burocracia y las limitaciones presupuestarias conspiraron en contra de ellos, y
quedaron a escasa distancia de la meta, con la pintura gigante varada a unos
cinco kilómetros de Colonia, donde permaneció empacada y almacenada durante
algunos años. Nunca llegó a la JMJ 2005. Con la elección de Mauricio Funes, un
devoto de Mons. Romero, como Presidente de El Salvador en 2009, la pintura tuvo
un nuevo aliento de vida, y fue presentada en algunos eventos relacionados con
la inauguración del Pdte. Funes en San Salvador.
La “Pintura Gigante de Mons. Romero” por fin consiguió su gloria cuando
el Papa Francisco trajo su mensaje de encontrar a los pobres a la favela de
Río durante la JMJ del 2013. Desde esta perspectiva, parece que la “Pintura Gigante de Mons. Romero” estaba
destinada a estar aquí, en este evento papal, y que la secuencia de
acontecimientos que habían aparecido previamente desafortunada ahora luce hasta
providencial. Ser presentada durante la visita a una favela prácticamente aseguró
de que ningún otra pancarta podría ser su rival, y que la “Pintura Gigante de
Mons. Romero” destacaría en el evento. Más importante aún, la “Pintura Gigante de Mons. Romero” parecía
encajar con el enfoque temático de la ocasión. Vatican Insider informó que el
Papa había llegado a un lugar “donde
fotografías del arzobispo mártir Oscar Romero se pueden ver en muchos lugares”,
y la Televisión Vaticana mostró un lugareño entregándole al Pontífice un
facsímil de la imagen en menor escala para su bendición.
[Para ver más fotos, favor de consultar
la versión de este post en inglés.]
No comments:
Post a Comment