Acercándonos
al final del mes en que Mons. Óscar A. Romero fue reconocido como un mártir y,
por tanto, hecho elegible para la beatificación, aún no se ha anunciado la fecha
para la ceremonia de su beatificación. El retraso no es considerado más que una
demora logística, y se espera pronto el anuncio. (De hecho, el Vaticano ya
anunció esta semana las fechas para la beatificación de los eclesiásticos
peruanos cuyo martirio fue aprobado el mismo día que se aprobó el martirio de Monseñor.)
Conforme pasa
el tiempo, parece menos probable que la fecha de beatificación Romero coincida
con el 35 ° aniversario de su martirio (marzo 24—ahora, demasiado pronto) o el
cumpleaños de Romero (15 de agosto—demasiado lejos y, peor aún, en medio del descanso
de fin de verano de Roma). Si las autoridades buscan otra fecha con algún
significado, podrían considerar una que parece caer dentro de la “zona óptima” para
la planificación y tiene importancia que el mismo Mons. Romero habría aprobado.
El domingo 21 de junio, fecha del solsticio de verano, también marcará el 45 ° aniversario de la ordenación episcopal de
Monseñor Romero en 1970. La elevación de Romero al episcopado fue organizada
por su amigo el P. Rutilio Grande, que fue asesinado poco después que Romero
fuera nombrado arzobispo en 1977, y cuya causa de beatificación fue
recientemente inaugurada (foto).
Romero escogió
el 21 de junio para la ceremonia en la que fue ordenado obispo por su devoción
a la Virgen Reina de la Paz, Patrona de su natal San Miguel, cuya festividad es
el 21 de noviembre, que Romero recordaba todos los meses del año. Cinco años
más tarde, la fecha volvió a ocupar un lugar destacado en la vida de Romero
cuando, el 21 de junio de 1975, el ejército salvadoreño cometió una masacre
campesina en una aldea llamada "Las
Tres Calles", en la diócesis rural de Santiago de María que
Romero guiaba. El incidente provocó un despertar en Romero a la brutal realidad
de la vida campesina en El Salvador, que floreció más plenamente cuando llegó a
ser arzobispo. El 21 de junio fue también la fecha de la última audiencia de
Romero con el beato Papa Pablo VI, la cual Romero recordó con cariño en una carta pastoral. Pablo, escribió Romero, “confirm[ó] nuestro servicio
episcopal cuando, aquel inolvidable 21 de junio, nos hablaba con la ternura de
un padre que ya presiente cercana la muerte” (el papa falleció el siguiente
6 de agosto).
Súper Martyrio seguirá de cerca la evolución de las cosas y
proporcionará una actualización cada viernes sobre los planes para la
beatificación, así como para las conmemoraciones del aniversario de Romero en
marzo y su cumpleaños en agosto. Y cuando no haya noticias que informar (como
esta semana), ¡se ofrecerá el consuelo de reflexiones varias para pasar el
tiempo mientras esperamos desarrollos verdaderos!
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