BEATIFICACIÓN
DE MONSEÑOR ROMERO, 23 DE MAYO DEL 2015
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Cuando
integrantes de Iron Maiden visitaron la Tumba del Beato Óscar A. Romero en la Cripta de la Catedral de San Salvador
el domingo pasado, Paulita Pike se propuso el gran encargo de ser portavoz de Romero y su legado al informar a los rockeros sobre el significado de su obra,
su vida, y su muerte martirial. Ahora en
exclusiva para Súper Martyrio, la entrevista completa con Paulita sobre la
inusual visita que ha causado tanta admiración.
Súper Martyrio. ¿Cómo fue que llegó a servir de guía para «Iron
Maiden» en la Cripta?
R. Como vengo haciendo hace 20 años aproximadamente,
sin tener un día específico, pero mayoritariamente en los fines de semana, llegué
a la Cripta de Catedral el domingo por la tarde para atender a los peregrinos
que llegan a visitar a Monseñor Romero.
Antes, le hablé
a una amiga muy Romeriana, Noemy Contreras, para decirle que tenía semanas de
no verla y que si no quería que pasara por ella camino a Catedral. Así hicimos.
Da gusto
manejar al centro un domingo temprano por la tarde porque no hay tráfico y los
vendedores también descansan. Llegamos al parqueo e hicimos lo de siempre:
saludar a los amigos que descansan bajo el palo de mango, a las señoras que
venden camisetas de Romero (cuando las dejan) y a toda la “majada” que siempre
anda por ahí. Repartí fotos que les había tomado a muchos en distintas
actividades con nuestro llorado Monseñor [Ricardo] Urioste [presidente de la Fundación Romero, fallecido a fines del año pasado] y también unos platos de comida que llevaba.
Estando en el
parqueo, en medio del bullicio de la gente y de los buses, vi a unos gringos
parados arriba en las gradas que bajan de catedral al parqueo. No reparé en
ellos; son muchas las visitas de extranjeros que llegan a catedral y lejos de
ser una ocurrencia “rara”, se ha convertido en algo de lo más normal.
Al ratito,
Noemy y yo nos despedimos de los personajes que pueblan el parqueo de catedral
y empezamos a bajar las gradas a la cripta que están en una entrada separada.
Vi que el
grupo de gringos iba delante de nosotros. En eso, Noemy empieza a pegarme en el
brazo: “Mire, ¡esos son, esos son!”
No entendía. “¿Quiénes son esos?”
“¡Los del grupo de rock! ¡Los rockeros!”
¡Era cierto!
IRON MAIDEN iba bajando a la cripta. Ahora sí me fijé que iban con escoltas del
PPI (Personalidades Importantes) y un señor trajeado que supuse era el guía del
Ministerio de Turismo.
Al terminar
las gradas [bajando a la Cripta de Catedral], estos se dirigieron a la derecha
donde está el mausoleo. A la izquierda, el párroco de catedral dirigía una
asamblea de unos 100 feligreses.
Eran las 3 de
la tarde y Monseñor Romero estaba bastante solo como suele ocurrir a esa hora
los domingos. En cambio, por la mañana es un alboroto de gente que llega a la misa del Comité Monseñor Romero o de turistas, nacionales y extranjeros, que
aprovechan las horas más frescas para llegar.
El de la
coleta [el baterista Nicko McBrain] estaba escribiendo en el libro de visita
que hace cinco años firmó el Presidente Barack Obama, después, el Presidente
Rafael Correa de Ecuador, el Secretario General de la ONU, Ban-Ki-Moon, la
Princesa Masako de Japón....y así demás personalidades que han llegado a
ofrecer sus respetos a nuestro primer beato, el salvadoreño más universal,
Monseñor Óscar Romero.
Me acerqué y
lo único que se me ocurrió fue balbucear: “Excuse
me, but are you ....” [“Disculpe, pero ¿es usted …?”] El tipo de la coleta
se volteó para mirarme y sin pestañear me dijo: “Please. If you don`t mind. We are in church and request privacy” [“Por
favor, si sería tan amable. Estamos en la
iglesia y pedimos privacidad.”] en un inglés británico que me cortó la respiración.
Claro que tenía
toda la razón. ¿Cómo era posible que hasta en una iglesia les siguiera acosando
una groupie [fanáticas que acompañan
a los rockeros en sus giras]? Una groupie
mayor, pero para los groupies, no hay
edad.
Me alejé y los
dejé solos unos minutos. Cuando vi que andaban dando vueltas a la escultura con
cara de perdidos, de necia me volví a acercar. El de la seguridad hizo como
para pararme y no me quedó otra opción que gritarles: “Thank you so much for visiting the tomb of Monseñor Romero!” [“¡Gracias
por visitar la tumba de Mons. Romero!”]
Eso fue lo que
permitió que se rompiera el “cerco” y se abriera la conversación. El otro
integrante [el guitarrista Janick Gers] se me acercó y preguntó: “So, do you know what this is all about?” [“Pues,
¿sabe Usted de que se trata todo esto?”]
A partir de
ese momento, supe que sería una sesión larga.
R. Desde el inicio, tanto Janick Ders como
Nicko McBrian (el de la coleta) quisieron saber todo sobre Monseñor Romero.
Preguntaron el por qué estaba enterrado ahí y qué significado tenía.
¡Dios mío!, pensé.
¿Por dónde empezar? Pues por el principio.
Por eso les pregunté:
“So, what made you guys come downtown and
specifically to the Cathedral?” [“Pues, ¿qué los motivó a venir al centro y
en particular a Catedral?”]
Nicko contestó
que cuando llegan a un país nuevo a tocar, les gusta conocer el lugar, y ¿Qué
mejor manera de conocer una ciudad si no era visitando el centro? “I like to get a feel for the place, mix with
the people, see the architecture; I don`t like just staying at the hotel or
going to posh places and then to the venue: I want to know where I am”. [“Me gusta tener una idea del lugar, mezclarme
con la gente, ver la arquitectura; No me gusta sólo quedarme en el hotel o ir a
lugares lujosos y luego a la tocada: Quiero conocer dónde estoy”.]
Los felicité
por esa sana curiosidad y por haberse “atrevido” a llegar al centro, un lugar
considerado de los más peligrosos en el país. Que hasta podían servir de
ejemplo.
Los llevaron a
la Plaza Barrios y se quedaron admirados del Palacio Nacional. Preguntaron por
el edificio blanco y al saber que era la Catedral, dispusieron entrar. Nicko
nos dijo que se puso en contacto con Dios ante el altar mayor de catedral, y
que sintió una conexión muy especial, “or
as I like to call him, `The Governor`”. [“O como prefiero llamarlo: ‘El
Gobernador’.”] Pero algo lo empujaba a conocer más de ese lugar que sentía
santo, y cuando salieron de arriba, seguía con la sensación que algo
faltaba. “I asked the guide if there was anything else to see, and he said, `Yes,
the crypt`. Come on! Let`s go!” [“Pregunté al guía si no había otra cosa
que ver en Catedral, me dijo que si: la cripta. ‘Ah pues, ¡vamos!’.”]
Ambos
concordaron que mientras la parte superior de catedral les había parecido muy bella,
especialmente la pintura de la cúpula, sintieron una fuerza muy diferente
cuando bajaron a la cripta. Por eso es que Nicko se apresuró a escribir en el
libro de visitas inmediatamente al llegar al mausoleo. Le fui a pedir unas
estampitas que tiene en su escritorio la Hermana Elba y que son para repartir a
los peregrinos que llegan. Entregué dos a cada uno y les expliqué lo que decían.
El BFF de Nicko, un señor jovial y gordito que andaba una camisa Hawaiana, está
casado con un Colombiana y prometió traducirles la oración. Todos viven en el
sur de Florida.
Tras
preguntarme ¿por qué estaba yo ahí?, ¿que si era gringa?, ¿que qué hacía?, entré
de lleno en la historia de nuestro Beato, de cómo lo conocí siendo yo
profesora/coordinadora en el Externado de San José, de cómo impactó mi vida
para siempre y de la explosión de la guerra civil tras su asesinato mientras decía
Misa cuando le dispararon una bala certera al corazón. No podían disimular el
horror y me preguntaron, “Here? At this church?” [“¿Aquí? ¿En esta iglesia?”] Les expliqué que fue en la capilla del
Hospitalito donde vivía Monseñor, junto a los cancerosos más pobres del país.
“Because he was with the poor. Because he was
a ‘teller of the truth’. Because he denounced the injustices that gravely
affected the poorest of the poor. Because he called on the government to stop
the atrocities and ordered the soldiers not to kill their own brothers...” [“Porque
estaba del lado de los pobres. Porque era un ‘hablador de la verdad’. Porque denunciaba
las injusticias que afectaban gravemente a los más pobres de los pobres. Porque
llamó al gobierno a frenar las atrocidades y ordenó a los soldados de no matar
a sus propios hermanos”.] Bueno, a todo esto, ambos parados pegados a la
escultura y a Nicko le rodaron unas lágrimas. Confesó que en 1999, un pastor
Metodista llegó a uno de los conciertos y luego se les acercó para decirles que
la letra de su música tenía mucho de la biblia, mucho del mal contra el bien,
de la oscuridad contra la luz. Este pastor lo encarriló a encontrarse con Dios y
desde ese día mantienen una sólida amistad.
Preguntaron si
las estructuras de la injusticia habían cambiado en estos 36 años, que si el país
se había estabilizado tras la guerra civil y así. Me sorprendieron las
preguntas hechas con tanta seriedad. Me sorprendió aún más cuando Janick preguntó
¿si no habían sido asesinadas cuatro monjas también?
“Yes, the Maryknoll sisters and the layworker
in 1980.” [“Si las hermanas de la orden Maryknoll y la trabajadora laica en
1980.”]
“No, I am talking about yesterday or last
week.” [“No, yo digo ayer o la semana pasada.”] No, eso no lo sabía. “Me
refiero a otras 4 monjas asesinadas en la frontera de Marruecos...me parece que
fue en Marruecos, pero no estoy seguro”, dijo Janick. Cuando comentó que la opción
de Monseñor Romero por los pobres se parecía mucho a la filosofía del Papa Francisco ... ¡eso selló la amistad!
Habían
transcurrido 40 minutos y sentía yo que los había detenido demasiado tiempo,
pero Nicko dijo que para nada; que todavía les quedaba tiempo antes del
concierto. Hacía 10 minutos que Janick había salido de la cripta por el enorme
calor que hace ahí abajo. No hay circulación en la cripta y en los días
calurosos, el calor es insoportable.
Llegando al
final de nuestra conversación, se empezó a acercar la gente que quería fotos
con Nicko y este accedió gustosamente, hasta fotografiándose con el guardia y
su metralleta. El joven policía estaba feliz. Mi amiga Noemy, había salido a
buscar camisetas de Monseñor Romero para que se las regaláramos y bajó con 2:
una blanca en “XL”, y la negra en “L”. Con lo pechito que es Nicko, la “L” fue
su talla.
Estaba
fascinado con el regalo. Le pregunté si se la pondría durante el concierto y se
quedó pensando: “You know when I will
change into it? [“¿Sabe cuando me la voy a poner?”] Faltando tres canciones
para el final, me la pondré y diré “THIS
IS FOR MONSEÑOR ROMERO”. [“Esto es para Mons. Romero”.] Tuvimos que
practicar “Monseñor Romero” varias veces porque Nicko decía “Señor” Romero,
pero al final, lo dijo bien.
Íbamos para la
hora y los “handlers” [asistentes
personales] se estaban poniendo nerviosos. Nos fuimos todos juntos para arriba,
con la gentecita que había llegado a rezarle al Mártir y se quedaron a ver el
metalero.
Besos y
abrazos a la salida, y una promesa que yo le enviaría fotos e información sobre
Monseñor Romero, porque como dijo Nicko: “Hoy
fue el primer día de mi aprendizaje”.
* * *
Foto La Prensa Gráfica. |
Paulita, ¡you rock!
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