ALOCUCIÓN POR BEATIFICACIÓN DEL MÁRTIR MONSEÑOR ÓSCAR ARNULFO ROMERO Y GALDÁMEZ
DEL ARZOBISPO VINCENZO PAGLIA, POSTULADOR DE LA CAUSA
SAN SALVADOR, 23 DE MAYO DE 2015
DEL ARZOBISPO VINCENZO PAGLIA, POSTULADOR DE LA CAUSA
SAN SALVADOR, 23 DE MAYO DE 2015
Hermanos y
hermanas,
Hoy es una
fiesta grande aquí en El Salvador. Y
también una fiesta grande en el cielo. [Aplauso.] Si levantamos nuestros ojos hacia lo alto
vemos el cielo abrirse y mostrarnos a Óscar Romero rodeado por muchos hombres y
mujeres que se alegran junto a él. Son
sacerdotes, religiosas y religiosos, catequistas, sencillos fieles que fueron
bárbaramente asesinados. [Aplauso.] Y muchos otros que lo han seguido, escuchado
y amado. Todos ellos son un tesoro
precioso de la fe de la Iglesia de El Salvador, de la fe de esta tierra. Entre estos divisamos a Monseñor Rivera
Damas, quien ha iniciado la causa de beatificación. [Aplauso.] Y también Rutilio Grande, con Nelson y
Manuel, por quien ha iniciado el proceso de beatificación. [Aplauso.] Todos lo ven y lo festejan y se unen a
nosotros.
De verdad,
Romero hoy es Beato. De verdad está
feliz por este día. [Aplauso.] Pero, no es feliz por su beatificación. No la necesitaba. Romero está feliz porque nos ve
reunidos. Era el sueño que tenía por el
país y por la Iglesia. [Aplauso.] Es por los cuales ha dado su misma vida. [Aplauso.] Su beatificación nos hace respirar este sueño,
nos hace revivir y desde el cielo nos exhorta a no desperdiciarlo, a no
apagarlo. Esto significa que hoy tiene
que iniciar un tiempo nuevo para El Salvador, y para cualquiera que ama a la Iglesia
y a los pobres. [Aplauso.] Así se recoge la
herencia de Romero. Él amaba decir que
el Concilio Vaticano Segundo pide a todos nosotros, a todos los cristianos, ser
mártires, es decir dar su vida propia por el evangelio, por los demás, y por
los pobres. Sí, queridos amigos, esta
beatificación nos pide a todos nosotros ser mártires: o sea, de dar nuestra
vida por los demás, por un mundo de paz y de amor como ha hecho Mons. Romero.
Caminar
hacia la canonización de Mons. Romero con el Papa Francisco es la meta que
tenemos. Significa … [Aplauso.] Significa caminar juntos con él, alejándonos
de toda violencia y ensayando el amor y la paz.
Esa es el milagro que pedimos al Beato Óscar Romero: el milagro de
permanecer unidos y de cambiar el mundo con nuestro amor. Solo el amor—no la violencia—cambia el
mundo. [Aplauso.] Por esto—por esto
el lema de Mons. Romero “Sentir con la Iglesia”, podríamos traducirlo para nosotros a “Sentir
con Romero”. [Aplauso.] Sí, sentimos con
Romero, hermanos y hermanas. Y El
Salvador y el mundo cambiarán.
Muchas
gracias. [Aplauso.]
[La
muchedumbre grita “¡Viva el Papa!” y finalmente “¡Viva Romero!”]
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