En medio de las
estadísticas sobre los obispos que asistirán a la beatificación de Monseñor
Óscar A. Romero el 23 de mayo, un punto de origen geográfico sobresale: Papúa Nueva Guinea. El obispo que hará
el viaje desde allí viajará casi 15.000 kilómetros (aproximadamente 9.000
millas) para asistir a la ceremonia—más lejos de cualquier otro obispo que
asistirá hasta el momento. Platicamos con el Obispo Donald
Lippert, O.F.M. Cap., quien viajará para la ocasión desde la diócesis
montañosa de Mendi, en una nación insular situada al norte de Australia.
El “Obispo Don”, como le gusta que le
llamen, nacido en Pittsburgh, fue nombrado obispo de Mendi por el Papa
Benedicto XVI en 2012. El Obispo Don fue investido en una ceremonia
profundamente imbuida de notas culturales de esa tierra de misión, repleta con tambores
y hombres de las tribus vestidos en sus trajes indígenas en una ceremonia al
aire libre a la que asistieron 3.000. El Cardenal Sean O’Malley, un mentor (y
compañero Capuchino), fue el consagrante principal. La ceremonia fue celebrada
el 3 de febrero de 2012, la misma fecha en la que Mons. Romero fue nombrado en
1977, y la fecha en que el Papa Francisco firmó el decreto que aprobó su
martirio a principios de este año. El lema episcopal de Lippert es “Sentir con la Iglesia”—el mismo de
Romero.
Antes de su
nombramiento como obispo, había servido como profesor de filosofía en el
Instituto de Teología Católica en Bomana, cerca de la capital de Papúa Nueva
Guinea. Lippert había estado involucrado en la formación de los misioneros
capuchinos a la isla desde hace años: “Yo
les digo que realmente están viviendo en los Hechos de los Apóstoles”,
solía decir. “Ellos son los primeros en
llevar la Buena Nueva a la gente. No quedan demasiadas áreas como esa ya en el
mundo”. En los Estados Unidos, Lippert también ha destacado por su
ministerio con los hispanos, que se remonta a su año de diácono en Puerto Rico.
Súper Martyrio. ¿Cómo está el
viaje desde Mendi a San Salvador?
R. Mendi está a 16 horas por adelantado de San
Salvador. Voy a viajar solo. Salgo de Mendi en una avioneta el 19 de mayo a
pasar una noche en Port Moresby [Ed.: la
capital de Papúa Nueva Guinea]. Viajo a Brisbane [Australia] al día siguiente y transito a San Salvador sobre el
Pacífico perdiendo así un día. Hay dos paradas, Los Ángeles y Atlanta. Solo este
tramo del viaje es de 41 horas. El mayor sacrificio es el gasto dado que nuestros
salarios para sacerdotes y religiosos equivale a $ 120.00 EE.UU al mes, la
mitad de lo cual va destinado a la comida. Pero esto es una peregrinación y los
beneficios espirituales superarán con creces las dificultades o desafíos. Voy a
empezar el viaje de regreso directamente a PNG tres días después de la
beatificación — después de una breve visita con amigos salvadoreños.
P. ¿Cómo fue que se interesó en Monseñor
Romero?
R. Monseñor Romero fue martirizado el año que
comencé los estudios de teología en Washington, DC. Me uní a las protestas
pacíficas de la intervención estadounidense en la guerra civil de El Salvador.
He oído historias de primera mano de los efectos de este conflicto desde los
innumerables refugiados salvadoreños que inundaban el área metropolitana de DC
en esos años en que yo era un joven pasante en el Centro Católico Hispano
dirigidos entonces por el ahora Cardenal Seán O’Malley; y más tarde en el
Santuario del Sagrado Corazón ubicado en lo que entonces era un barrio de
mayoría latina de DC (donde me apodaron el ‘Padre Donato’). Me ‘contagié’ del
amor por Monseñor Romero de los campesinos para quienes Monseñor Romero fue el
único faro de luz y esperanza en medio de una oscuridad indescriptible. Con
razón lo veneraban como su santo desde el principio. Me han inspirado, más de
lo que mis palabras podrían explicar, lo que él escribió en su diario y en sus cartas
pastorales. Me convertí en un discípulo. En Washington, como en El Salvador,
algunos adoptaron (y yo diría pervirtieron) el mensaje de Mons. Romero a su
propia ideología política (y teológica). Vi a Mons. Romero siempre y totalmente
como un hombre de Dios, un hombre de la Iglesia, que valientemente encarnó el
Evangelio de Jesucristo a pesar de la oposición feroz de la izquierda y la
derecha. Yo quería seguir su ejemplo. Todavía quiero seguir su ejemplo. Cuando fui
sorprendentemente llamado al ministerio episcopal, no había duda de que iba a
escoger el lema de Mons. Romero: «Sentir con la Iglesia». Para mí, ese lema
tiene dos aspectos, que reflejan de alguna manera el genio evangélico de Mons.
Romero. El primer aspecto que yo entiendo es que nosotros, como cristianos
estamos llamados a ser fieles al Señor, siguiendo la enseñanza de los pastores
que Él ha llamado a cuidar de su rebaño. El segundo aspecto es que la mejor
manera para los pastores de guiar y servir es conociendo a su pueblo y siendo
uno con ellos. Mons. Romero sabía lo que era tener ‘el olor de las ovejas’
mucho antes de que el Papa Francisco articulara tan bien esa visión.
P. ¿Qué es lo que espera lograr con su
asistencia?
R. Esta beatificación claramente evidencia
un capítulo del evangelio que ha cobrado vida en la vida inspiradora, el
ministerio y el martirio de Mons. Romero. El mundo ahora, como en cada época
necesita la luz del evangelio para dar esperanza y voz a los excluidos y
marginados y para decirle la verdad al poder que reprime y explota. Mons.
Romero, un sacerdote santo, un pastor compasivo, un testigo valiente es un
signo innegable de que Dios todavía escucha el clamor de los pobres y no está
lejos de su pueblo. Desde que Súper Martyrio
y otras fuentes comenzaron a flotar la noticia de una posible beatificación, por
cual yo había estado orando durante mucho tiempo, sentí la llamada en mi
corazón de asistir. Quisiera estar presente para agregar mi pequeño ‘Amén’ al
gran ‘Amén’ de la iglesia para el testimonio de santidad de este hombre de Dios
y del pueblo.
Tal vez el Obispo
Don encontrará un poco de Romero entre los salvadoreños que conocerá; y a su
vez, quizá ellos verán un poco de Romero en el Obispo Don.
Ver también
10 razones por las que tú deberías ir.
Visite el Obispo Don en Facebook http://www.facebook.com/bishop.donald.lippert
Su blog http://www.bishopdon.blogspot.com.au
Twitter: @BishopMendi
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